Ver publicación (Fëanor y su maldición)

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fëanor666
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Desde: 02/12/2002

#11 Respondiendo a: Anónimo

Tar calion II tiene razón...


¡Aïya ^^!

Perdona que lo diga, Fëanor, pero después de que te cargases a mis parientes, armases la de Dios en la Tierra Media y fueses tan irresponsable y terco; no puedo decir menos que Tar calion II. No puedes justificar tantas barbaridades (y no, no tienes derec...

Pues tú y Tar Calion II ...

... podéis ganar el premio al simplismo. Las cosas no son blancas o negras, los hombres no son buenos o malos. Si creéis que lo que hice lo hice por maldad, para destruir, no enendisteis nada, especialmente sobre la naturaleza humana, sobre los personajes trágicos, que de antemano se sabe que están destinados a la tragedia y que no pueden sobreponerse a ese destino (como Turin, que lo intentó hasta el punto de llamarse Turambar). Esos son los personajes interesantes. En el momento crucial, cuando recibo la noticia del doble crimen de Melkor, o sea, el asesinato de mi padre y el robo de los Silmarils, ya nada importa, la sangre me hierve y si luego las consecuencias fueron nefastas, ya lo dije, se debe en gran parte a la cabezonería de Mandos, con su maldición, y también a la falta de solidaridad y tozudez de los Teleri con sus barcos.
Lo que digo es que si Mandos sabía en qué medida Melkor había utilizado su arma más poderosa, es decir, la cizaña, la discordia que sembró, bien podía haber parado un poco el asunto y no precipitarse como yo, que para eso es un Vala, y encima un Vala con poderes de ver más allá. No puede excusarse su proceder; el mío sí: por más dotes que tenga en artes, ciencias y combate, no tengo por qué tener el antídoto contra la discordia esparcida casi mágicamente por el Vala más poderoso de todos. Entonces, ¿de qué coño me hablan cuando me comparan con Melkor? No entendéis nada.
Saludos desde Mandos.
Éomer miró a los caídos y recordó sus nombres. De pronto vio a Éowyn, su hermana y la reconoció. Quedó un instante en suspenso, como un hombre herido en el corazón por una flecha en la mitad de un grito. Una palidez cadavérica le cubrió el rostro y una furia mortal se alzó en él y por un momento no...