Conjunto de cavernas naturales de gran belleza que se encuentran tras el Abismo de Helm, bajo la montaña de tres picos llamada Thrihyrne, en el noroeste de las Montañas Blancas. Durante casi toda la Tercera Edad, se da el nombre de Aglarond tanto al Abismo como a las fortalezas de la zona.

Las cavernas son un laberinto de grutas y pasadizos, adornadas con grandes estalactitas y estalagmitas translúcidas. En muchos lugares, las paredes lisas están recubiertas de cristales y gemas multicolores. La mayor parte de las salas son de techo muy alto, mientras que el suelo es arenoso. También se pueden encontrar lagos subterráneos de profunda belleza. Se accede a la entrada de las cavernas a través de una estrecha fisura de la montaña, en la parte baja de una pared de roca. Un pequeño manantial, el Arroyo del Bajo, sale de la gruta fluyendo por el fondo del Abismno de Helm.

Se cree que habían sido excavadas inicialmente en la Segunda Edad por los Númenóreanos, aunque la realidad es que durante siglos, el lugar transcurre apartado de la historia. A partir de 2510 de la Tercera Edad, las cavernas pasan a manos de los Jinetes de Rohan, que lo utilizan meramente como almacén o último refugio de las gentes de la región. No será hasta siglos más tarde cuando Aglarond será descubierta definitivamente en todo su esplendor

En marzo de 3019 Rohan es atacada por las huestes de Saruman. Los habitantes del Folde Oeste se guarecen en el Abismo de Helm, y Aglarond vuelve a servir de refugio. Pero durante la Batalla de Cuernavilla, el 4 de marzo, los Orcos penetran las defensas, y algunos llegan hasta la entrada de las cuevas. Son defendidas con éxito por unos Rohírrim comandados por Éomer, y ayudados por Gimli. El Enano tiene la oportunidad de contemplar las cavernas, quedando prendado inmediatamente por su hermosura. Tras la Guerra del Anillo, vuelve a visitarlas acompañado de un maravillado Legolas, y, a principios de la Cuarta Edad, se establece en Aglarond junto a un grupo de Enanos provenientes de Erebor. Allí emprenden los trabajos justos para descubrir y resaltar la belleza de las cavernas, mientras se ganan la fama de ser los mejores herreros de la Tierra Media.

El significado es literalmente ‘Bóveda brillante’ (aglar=brillo; rond=bóveda), de lo que se deriva su otro nombre, ‘Cavernas centelleantes’.