Hola:
Veréis,sé que debería poner esto en relatos,pero no me publicaron lo que mandé anteriormente,por eso pongo la cuarta parte de mi historia Aprendiz de mago,para que los que quieran leer relatos puedan leer y dar su opinión.Como ya sabéis los que leistéis la tercera parte,Lia,nuestra prota huyó de casa durante una noche de lluvia aterrorizada por la opinión de su padre sobre los magos y su reprimenda...

Lia corrió asustada por la hierba mojada.Se oían truenos lejanos y el viento agitaba las ramas de los árboles.Su corazón latía con fuerza y las lágrimas caían de sus ojos.
Lia no sabía adónde iba,sólo quería alejarse de la casa en la que se encontraba su padre,furioso y ante e que ella no podía hacer nada.La pobre Lia había sido desheredada.
Un rayo cayó muy cerca y Lia,sobresaltada,cayó al suelo.Un profundo sopor la invadió y la obligó a dormir durante un momento.Entonces oyó pasos que se dirigían hacia ella y despertó.Al mirar hacia arriba vio al mismo hombre que había hablado con ella y que le anunció que podía ser maga.El mago del bosque...
-¡Joven dama!¿Qué te ha pasado?La hija de un noble no debe caminar sola por el campo durante una noche de tormenta.
-Ya no soy hija de un noble.-Explicó llorando mientras el viento revolvía sus cabellos.-Ya no me quieren en la familia.¡No tengo familia!
Lia volvió a llorar.El anciano se arrodilló junto a ella y la levantó.
-Tranquila...Debes aprender que la vida es dura y que cumplir un sueño no es nada fácil.Tienes que sacrificar muchas cosas.Has sacrificado a tu familia,un gran sacrificio.
-Pero,¿por qué mi padre no quiere que conozca la magia?
-El hombre teme lo que desconoce.Por eso,el camino hacia los misterios es difícil y está plagado de desastres.Pero algún día,tu sufrimiento será recompensado,y,ese día está muy cerca.Y ahora,¿qué te parece si me acompañas al bosque?Vivirás conmigo y te enseñaré todo lo que quieras saber.-Dijo el anciano tendiéndole la mano.
Lia se sintió mucho mejor;alargó el brazo para estrecharle la mano y el mago escondió su brazo en la túnica.Después volvió a sacarlo,con una vara de madera en la mano.
-Esta es tu varita mágica,Lia.
La muchacha intentó cogerla,pero el mago la tiró lejos de allí.
-El día que estés preparada la varita volverá a ti.
La chica no entendió las palabras de su nuevo maestro,pero sabía que debía confiar en él y echó a andar siguiendo a sus pasos...

Esta historia continuará,no os preocupéis.
Hsta pronto.