Ver publicación (Sobre el origen de Ilúvatar)

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Anónimo
Anónimo
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#1 Respondiendo a: Anónimo

Se dice que los Ainur "fueron hechos" por Eru, que eran vastagos de su pensamiento, pero de donde proviene Eru??

Que habia antes que Ilúvatar?

Quien lo creo? o ya existia?

Entonces que se creo primero la tierra , el mundo o Eru.
Si se creo primero Eru, este donde estaba?
Y si se creo pr...

Echad un ojo a esto chicos

Fue sacado de la misma página de donde saqué las preguntas y respuestas sobre la Magia. A ver que os parece:

Connotaciones religiosas en la obra de Tolkien

Tolkien era católico, y un hombre profundamente religioso. Podría pensarse que esto se hace evidente en su obra, pero no siempre es así. Tolkien no era partidario de alegorías; su principal intención era la de escribir una buena historia, pero hay algunas excepciones a esto en sus libros. En la biografía "J.R.R. Tolkien-Arquitecto de la Tierra Media " de Daniel Grotta-Kurska, se dice que Tolkien equiparaba los Lembas, el Pan del Camino de los Elfos, a la Eucaristía. Además, cuando un amigo católico le preguntó si la más importante Dama Élfica que aparece en las historias, Galadriel, era la Virgen María, Tolkien no lo confirmó ni lo negó. En esa carta, Tolkien afirma:

"El Señor de los Anillos es, por supuesto, una obra profundamente religiosa y católica; de manera inconsciente al principio, pero luego cobré conciencia de ello en la revisión. Ésa es la causa por la que no incluí, o he eliminado, toda referencia a nada que se parezca a la ‘religión’, ya sean cultos o prácticas, en el mundo imaginario. Porque el elemento religioso queda absorbido en la historia y el simbolismo".

Y más adelante dice Tolkien:

"Las ‘Autoridades’ inmediatas son los Valar (los Poderes): los ‘dioses’. Pero ellos son sólo espíritus creados –de un órden angélico elevado, diríamos, con ángeles asistentes menores- dignos de reverencia, pero no de veneración; no hay, pues, templos, iglesias o santuarios entre las ‘buenas gentes’ de este mundo. Tenían poca o ninguna religión en el sentido de la veneración. Podían invocar a un Vala (como Elbereth) en demanda de ayuda como un católico puede invocar a un santo, aunque sin duda sabiendo en teoría tan bien como él que el poder del Vala era limitado y derivado. Pero esta es una ‘era primitiva’, y puede decirse que estas gentes veían a los Valar como los niños ven a sus padres o adultos superiores inmediatos, y aunque saben que son súbditos del Rey, éste no vive en las inmediaciones de ellos ni tiene allí su morada. No creo que los Hobbits practicaran ningún modo de veneración ni plegaria (a no ser por contacto excepcional con los Elfos). Los Númenóreanos eran monoteístas puros. Pero no había templo en Númenor (hasta que Sauron implantó el culto a Morgoth). La cumbre del monte Meneltarma, o Pilar del Cielo, estaba consagrada a Eru, y allí, en cualquier momento privadamente y en ciertas fechas de manera pública, se invocaba, se alababa y se adoraba a Dios".

Cartas de JRR Tolkien-Nº 153

Además de estas evidencias, el trasfondo religioso de la obra resulta obvio, por diversas razones.

De forma clara, Melkor y Sauron son una transposición del Diablo y sus servidores, mientras que el aparente politeísmo de los Valar se diluye ante la idea de que están bajo la égida de Ilúvatar, el Dios Único, que se parece mucho a Aquél en que Tolkien creía.

El concepto de bondad y maldad está, desde luego, presente desde el principio, desde Ainulindalë, ya que se sostiene la idea de que el Mal no es independiente de Dios, sino que surge del mismo séquito de ángeles que le sirven. Sin embargo, Melkor no es Satán; no es la criatura caída que es condenada por Dios, sino que desciende a Arda por propia voluntad, convirtiéndose allí en Señor de esclavos. Eru, de hecho, no interviene en las luchas de la Tierra Media, con la notable excepción de la Caída de Númenor, que en realidad, fue provocada por Sauron. Da pues la sensación de que Eru cae en la trampa que un simple Maia le tiende, aunque se asegura de que Sauron se vea arrastrado en el cataclismo.

El concepto de pecado, en cambio, sólo está presente para los Valar, no para Eru mismo, lo cual tiene sentido si pensamos que el Único ha dado libertad a los Señores del Occidente para regir la Tierra Media según su criterio. No existe nada parecido a los Diez Mandamientos, desde luego. Todo el mundo parece conocer cuáles son las leyes a seguir, y la cuestión (en el caso de los Hombres) es qué influencia recibirán primero, si la de los Elfos, como las Tres Casas de los Edain, o la de Sauron, como los Haradrim. Los Elfos parecen tener claro de qué lado están, y sólo cometen actos reprobables en alas de la codicia. Los Humanos son mucho más maleables, y se los encuentra en ambos bandos.

La oposición cielo-infierno difiere bastante de la idea cristiana. Aparentemente, las mazmorras de Utumno y Angband, por un lado, y la tierra de Aman, por otro, son referentes claros. Pero en el mundo de Arda, el cielo está reservado para los Dioses, los Elfos, y para unos pocos mortales que han llevado a cabo actos heroicos, aunque pueden contarse con los dedos de una mano los que entran en esta categoría. Por lo que respecta al infierno de Morgoth, no entran allí los malvados, sino simplemente todos aquellos que el Señor Oscuro puede engañar o capturar; si son justos, tanto mejor: un enemigo menos.

Las Estancias de Mandos serían equivalentes al Purgatorio, donde las almas esperan pacientemente que se les permita acceder al Cielo. En este caso, sin embargo, es a la tierra a donde vuelven; allí se les da, por así decirlo, una segunda oportunidad.

Lo que no existe en ningún lugar ni momento de la Tierra Media es una institución sacerdotal, con la excepción del culto a Sauron en Númenor. La adoración a los Valar o a Eru parece ser un asunto privado, de cada individuo.

(Mensaje original de: Ereinion el Blanco)