Comienza el viaje...

Después de quedarnos a comer (lo que sea, ¡ya que no tenes microondas a mano aquí! ¡Nirnaeth! ¿¡De qué te sirve tener tantos cacharros si luego los tienes diseminados por media Arda!? :-/ ) en el flet de la aguerrida Nirnaeth, partimos como el ánimo bien alto en busca de aventura y un inmenso tesoro... (cuya repartición ya quedará en mis manos, don't worry be happy... ). Los Enanos nos alegran la jornada con su alegre y pegadizo: Ahivó ahivó ahivó, a la montaña vamos, a la montaña vamos, para al dragón arrear Por cierto, que tenemos que ir a pata porque a nadie se le ocurrió traer caballos Espero que nadie padezca de juanetes o callos... jejeje

Mientras todavía viajamos por las Tierras Solitarias, hacia el este, cae sobre nosotros la noche y nos apresuramos a guarecernos, acampando en un claro del bosque. Por supuesto, ¡conque yo soy un Istar muy atento corro a ponerme junto a Nirnaeth y Eldaring para que no pasen frío ésta noche! (¡todo sea que no me saquen a relucir una magnifica olla!)...

Sin embargo, ¡la noche no resulta tan agradable como esperábamos que fuese! ¡De improviso nos vemos atacados por una banda de Trolls de piedra! ¡Hay que defenderse! ¡A las armas! ¿Qué puñetas podemos hacer ante semejante situación? ¡Los Trolls se abalanzan sobre las mujeres de nuestro (¿será porque parecen el bocado más tierno? ¡ja! ¡pobres incautos! ¡la que se están buscando!) y ya han logrado a apresar dentro de unos sacos a unos cuantos Enanos! ¡Esperemos que Unkraut se haya librado! Vamos, tenemos que actuar todos con rapidez ¿Qué hacer ante una veintena de Trolls enormes de culos aun más enormes todavía?