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PEQUEÑO ENSAYO IMPROVISADO SOBRE LOS FRIKIS

(por el profesor Gabriel Joel Osment, dr. HONORIS CAUSA en Frikología Aplicada)

El término friki presenta diversas ambigüedades, no ya por su etimología (de clara raíz en la verba "freak" inglesa que significa literalmente "adicto" "entusiasta" o, de una forma más castiza, "flipao"), sino más bien por la interpretación conceptual que se tiene del mismo. Se suele aplicar sistemáticamente a aquellos individuos roleros y lectores de ciencia ficción y fantasía, pero en realidad el significado del concepto no se restringe únicamente a este campo, sino que también abarca muchos otros que por regla general no se suelen considerar dentro de la familia. A medida que avancemos en la tesis iremos descubriendo de quiénes se trata.


Hay que puntualizar que indudablemente un friki puede ser reconocido sólo por su fisionomía, pero no debemos generalizar, porque de la misma forma que pudiéramos encontrarnos con un individuo de apariencia friki, y que en la práctica no lo fuera, podríamos también toparnos con un friki sin su atuendo correspondiente (siendo más comunes estos últimos que los primeros); incluso podríamos ser nosotros mismos frikis sin habernos dado cuenta de ello (en cuyo caso me remito al estupendo libro de auto-ayuda de mi buen amigo Freddy Gutiérrez "Cómo ser persona").


Asimismo, no se debe confundir a un coleccionista con un friki (aunque en la mayoría de los casos vengan a ser lo mismo), ni achacar el término a alguien que simplemente disfruta con algo, y si se lo puede permitir, sigue haciéndolo (como ejemplo, el individuo que disfruta tranquilamente en su casa viendo Star Trek a diario, sin vivir por ella ni creerse sus patrañas, teniendo siempre en mente que se trata de una serie de televisión, quizá idiota, pero indudablemente entretenida). Un friki NECESITA de su fetiche como un buen perro necesita de su amo; no sólo lo emplea para el entretenimiento individual, sino que constituye una parte básica de su vida.


No existe una fórmula determinada que determine el grado de frikismo de una persona puesto que existen miles de sub-especies, aunque todas ellas poseen ciertas características comunes, que les hacen propensas a entrar en la definición global de la palabra. Algunas de ellas son el fanatismo hacia una actividad/espectáculo/literatura (característica principal, que define el término), la evasión del mundo real cuando realizan su actividad friki, y un grado de ñoñería y niñatez especialmente elevado, que les infunde una creencia (que además demuestran deliberadamente) de que son más inteligentes y superiores que el resto de la humanidad (por supuesto, nada más lejos de la realidad, sobran los ejemplos en este caso).


A estas alturas todo el mundo sabe que la Tierra efectúa una órbita elipsoidal alrededor del Sol, que es el centro de nuestro Sistema Solar. Sorprendentemente, para la ideología friki, el sistema no funciona así: para ellos toda la existencia converge y se centra sobre un punto básico y esencial, que dependiendo de la clase de friki, va desde Star Wars al fútbol, pasando por Tolkien y los siempre omnipresentes juegos de rol. La Tierra y toda la conjunción de planetas y estrellas del universo giran en torno al fetiche en cuestión. Ello pareció en un principio demostrar la teoría de numerosos estudiosos que establecía que acaso los frikis no fuesen seres humanos, sino alguna clase de entes salvajes completamente distintos a la raza humana y notablemente inferiores a ella (aunque con extraños conocimientos de la astrofísica infundidos por vaya usted a saber qué), pero que sin embargo han conseguido adquirir una apariencia antropomórfica de un parecido realmente admirable. La teoría fue desechada al comprobar que en realidad todos poseemos la llamada glándula friki, sólo que mientras que algunos la tienen del tamaño de un guisante, otros podrían guardar toda su estupidez en su interior (y estamos hablando de gente REALMENTE estúpida).


Para denominar a una sub-especie concreta dentro del mundillo friki, podemos emplear el sufijo de procedencia indeterminada (se cree que tiene sus raíces en los burdeles y prostíbulos de varias zonas determinadas del país) "-yonki", que en un principio se empleó para describir a los drogoadictos que pueblan los barrios bajos (y no tan bajos) de nuestras ciudades y los platós de televisión, pero que luego, haciendo un espléndido alarde de perspicacia se utilizó como representación del friki, debido a su connotación y acepción "dependiente de". De esta forma, un friki de los juegos de rol sería llamado "Rol-yonki", mientras que un flipao del fútbol es conocido como "Fútbol-yonki", cuando en realidad estaríamos diciendo "dependiente del rol" y "dependiente del fútbol", respectivamente, de una forma más sencilla y menos trabalingüística. En adelante emplearemos esta sufijación.


El colectivo friki puede escindirse principalmente en 2 grupos como los que siguen a continuación:


PRIMERA ESCISIÓN: En esta especie se engloban los frikis más populares y sobradamente conocidos (en el sentido objetivo de que todo el mundo ha visto alguno), los más puristas, esos personajes de mente cerrada cuya vida no depende tanto de las necesidades naturales como la nutrición o la reproducción como del fetichismo hacia sus respectivos ídolos materiales y/o fantásticos.


Entre los frikis sobradamente conocidos existen numerosos ejemplos, como pueden ser los admiradores de Star Trek (bajo el término que ellos mismos han escogido, Trekkies), La Guerra de Las Galaxias o JRR Tolkien (Lucas-yonkis y Tolkien-yonkis).


Dentro de esta primera familia se puede efectúar una segunda división, más caprichosa, que consigue separar el grupo en dos sub-categorías, a saber:


Los frikis de segunda: Es el colectivo con mayor niñatez de todos los habidos y por haber, ya sea dentro del mundo friki, ya sea fuera del mismo. Generalmente, suelen conformar este grupo individuos varones que atraviesan la adolescencia (especialmente la más prematura, 12-15 años, de ahí esa niñatez excesiva), que, al no encontrar salida por otros medios (relaciones sentimentales, amistades...), e impulsados por un exceso de hormonas y fluidos corporales, buscan una forma alternativa de entretenimiento, que encuentran de una forma rápida y poco problemática en los medios más pasivos y los que no lo son tanto: películas, literatura, juegos de rol, cartas... Sobra decir que la mayoría son poco agraciados físicamente (la mayoría incluso mentalmente), y su círculo de amigos se limita a un pequeño cojín en la habitación que abrazan de vez en cuando. Centran su atención en aspectos oscuros o, como a ellos mismos les gusta llamar, "místicos", es por ello que prefieran la ciencia-ficción y la fantasía ante cualquier otro género.


Todo esto puede deberse a una intensa admiración de estos llamados "frikis de segunda", hacia los precursores de la raza, los frikis originales, que constituyen el estereotipo del friki más puro, y que en la práctica pueden semejar superiores y más inteligentes que estos frikis adolescentes, pero que en esencia son los mismos gilipollas. La características de estos frikis originales suelen ser las expuestas a continuación:


Presentan una figura adiposa, un cuerpo total o parcialmente redondo, especialmente el rostro, éste siempre ornamentado con algún resto de barba, que ya puede ser tanto en forma de perilla o chiva como cubriendo totalmente la zona facial (que se han visto ya casos). Utilizan las inolvidables gafas de pasta (que parecen hacerles creer más inteligentes), cuyos cristales, si están empañados, mejor que mejor ("mistifican la profundidad de los ojos"). Escuchan música eléctronica o rock (detestan cualquier otro género excepto la música clásica, de la cual se consideran acérrimos seguidores), especialmente la underground (término que pronuncian castizamente "andergraun"), y tan sólo visualizan películas de serie-B "de culto", a pesar de tener su cartera llena de entradas de los últimos estrenos en comedias románticas y películas infantiles, que siempre consideran "de humor muy adulto" (casos como Toy Story o Monstruos SA son realmente dignos de mención). Este grupo es de los que "se apuntan a todo", pero en este caso el "todo" se debe sustituir por un mucho más adecuado "todo-lo-que-entre-dentro-de-la-definición-más-legítima-de-friki", esto es, tanto se consideran fans de Star Wars como de Tolkien, pasando por Star Trek, Lovecraft, los juegos de rol, Dragon Ball o videojuegos. Suelen referirse a sus ídolos como si fueran sus amigos o los vecinos del tercero, de ahí que se escuchen perlas como "George se equivocó al elegir a Jake como Anakyn" (refiriéndose a Star Wars) o "Akira sabe hacer bien las cosas" (sobre los doblajes). Son omnicogniscientes: todo lo saben y todo lo conocen; suelen hablar en estadísticas o datos memorizados en intensivas clases de estúpida autodidaccia, y nunca jamás tienen un error o un lapsus creativo.


El porcentaje de probabilidad de que un individuo que cumpla cierta característica de entre las antes mencionadas resulte finalmente siendo un friki original, oscila entre el 75 y el 100 %, dependiendo de la característica en cuestión y del contexto en que se encuentre el sujeto. De esta forma, si encontrásemos a un tipo fondón y con gafapastas, podemos estar seguros casi al 100% de que se tratará de un friki; sin embargo si conocemos a algún personaje que escuche música eléctronica, ello NO significa -necesariamente- que se trate de un friki, aunque el grado de probabilidad es elevado, más aún si cumple alguna otra característica.


SEGUNDA ESCISIÓN: Bajo la palabra "friki" se debe enlgobar también a un elevado número de grupos sociales quizá más mayoritarios, que de otra forma no serían incluídos dentro de esta raza que nos ocupa; quizá por ser conjuntos más aceptados, quizá porque, al componerse de un inmenso número de personas, éstas se excluyen así del término. Aquellos, que aunque también demuestran una imperiosa necesidad de profesar su adoración por aquello de lo que se les llama "fanáticos de", no son reconocidos universalmente como frikis, aunque de forma indudable presenten las características de esta raza, deben ser también tratados como tal (es decir, despreciándoles y haciendo lo que tan bien todos sabemos hacer: el vacío). Más difíciles de reconocer únicamente por su fisionomía, se encuentran entre nosotros y campan a sus anchas por el mundo entero creyéndose personas normales, cuando se ha demostrado científicamente que no lo son. Ejemplos de este colectivo son los Fútbol-yonkis (de hecho cualquier Deporte-yonki), los músico-yonkis o los informático-yonkis (éstos ya más semejantes a sus parientes de la primera escisión).





(Mensaje original de: Belriose)