¿En qué sentido? Fëanor, por ejemplo, no era malvado, pero había una oscuridad en él que le hacían insoportable a veces. Y su desmedida ambición pudo más que él, llevándole a la gloriosa creación de los Silmarils.
En el personaje podríamos ver una mezcla entre Aulë (el dios artesano) y la locura de Hamlet. Es bastante "shakespeariano" en ese sentido.
Galadriel, por ejemplo, nunca se dejó impresionar por sus creaciones y, cuando Fëanor le pidió un mechón de sus cabellos (que eran los más hermosos de Valinor) ella se negó, pues percibió algo que no le agradó en absoluto. La petición se repitió varias veces, y Galadriel siempre dijo no.
Sin embargo, respondió favorablemente a la arenga de Feänor porque ella también era muy ambiciosa (aunque luego se arrepintió), y el calor de las palabras de Feänor inflamó su corazón.
Feänor y Fingolfin son diferentes. El primero vivió demasiado aprisa y era, sin lugar a dudas, el genio (su destreza rivalizaba con la de Aulë), pero dejó que la belleza de su obra le corrompiera.
No es un buen ejemplo a seguir, que digamos. No obstante, es un personaje trágico de dimensiones colosales.

(Mensaje original de: Halbrecht)