jejejeje

Dicen las leyendas que un antepasado de los landroval vivió en los días de Tolkien, y que incluso pudo llegar a convivir con su familia. Lo que no sabe la gente es que mientras el profesor escribía, su vida corría peligro.
Siempre estuvo amenazado de muerte por Landroval I. Éste veía la calidad de sus escritos y los devoraba frenéticamente mientras le pedía más y más... hasta que un día John enloqueció. Sus ideas se volvieron contra él. A todas horas veía hobbits correteando por su estudio, elfos encaramados a las farolas en estúpidos carteles políticos a modo de suelo, y siempre tuvo la vigilancia atenta del señor Landroval, ya que sabía que si dejaba de escribir él y su familia moriría. Landroval sabía que algún día sus nietos leerían y disfrutarían de los escritos de Tolkien, incluso plantearían debates y concursos para ver quién conocía más su obra. Así siguió, hasta sus ultimos días, Tolkien escribiendo y Landroval sosteniendo un rifle en sus brazos. Pero una mañana Landroval sintió un calambre, ¡no sentía sus brazos! y sólo pudo esgrimir un grito de dolor mientras un niño se acercaba, clavándole una estaca en la espalda. El niño era el pequeño Christopher Tolkien, que más tarde juró venganza a la familia Landroval, por haber mantenido a su padre durante 4 años en una silla plegable. Para ello investigó y recuperó los escritos que dejó su padre después de morir, y los catalogó y modificó para que la sombra y la duda se arrojara sobre la obra de su padre, creando vacíos oscuros, misterios desconocidos. Así supo que la progenie de la familia Landroval se vería maldita al no poder nunca llegar al gran misterio de la obra:

¿Qué fumaban en realidad los hobbits?

y no menos importante,

¿Qué fuma laiqualas?

Arrojando una nueva duda a sus pequeñas vidas, se despide atentamente,