El diario italiano La Reppublica publicó un artículo de opinión sobre la presentación del trailer en Cannes, firmado por Natalia Aspesi, que representa un insulto a Tolkien, al equipo de la película y, en definitiva, a todos nosotros.

El artículo original en italiano lo tenéis en:

La Reppublica

y una traducción al inglés en:

Tolkienonline

Me he permitido traducirlo al español y, teniendo en cuenta que es una traducción de una traducción, espero que me perdonéis los posibles fallos:

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La invasión de los Hobbits

por Natalia Aspesi (La Reppublica, 11/5/2001)

Se anuncia la típica catástrofe del festival: el desembarco en esta ciudad, martirizada por la ocupación de la arrogante y ruidosa gente del cine, de los Hobbits: en manadas, multitudes, hordas, ciclones. Son los seguidores de la famosa saga de fantasía, un poco nazi-skinhead, escrita por el filólogo inglés J.R. Talkien [sí, no me he confundido] que, dada su pasión por la mitología celta, entrará en la escuela “Formigonbossian” de Lombardía como un texto fundamental de “historia nacional” [Nota: Formigoni y Bossi son dos políticos de derechas que quieren, especialmente Bossi, que Lombardía se separe del resto de Italia. Bossi es amigo del político austriaco de tendencia neo-nazi Haider]. Hoy, la productora americana New Line, que presume de haber gastado en la trilogía de “El Señor de los Anillos” casi un billón de liras, mostró a los pocos poseedores de un pase y dispuestos a pasar por la máquina de rayos-X, veinte minutos llenos de elfos, orcos, magos, princesas, enanos y, obviamente, hobbits, los pigmeos de pies peludos. Y luego, una reunión con el director, productores, técnicos y entre los actores la reina-elfa Cate Blanchett y la ingenua y regordeta elfa Liv Tayler, más el mago Gandalf, el de la larga barba por debajo de las rodillas, y la cara tranquila de Jan McKellen [¿Jan?]. Y después una fiesta en un castillo de cartón-piedra, en el que los invasores hobbits hicieron cualquier cosa por poder entrar. El sitio www.lordoftherings.net ha tenido más de diez millones de visitas en una semana, con apasionados admiradores que amenazan un desastre si hasta una sola falda de orco [¿¿??] no se corresponde con el libro.

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¡¡Ahí queda eso!!