muchas de nadas :·)

Es mi historia favorita dentro de la obra de Tolkien, aunque, como bien dice Miruvor, es realmente conmovedora. Siempre me ha llamado la atención lo perfecto que describe un hombre (Tolkien, claro ) los sentimientos de una mujer que se ve abandonada...

Uno de los pasajes que más me gustan de esta historia es el siguiente:

"-Nunca dije que fuera mi esperanza -repuso Andreth-. Y aunque así fuera, seguiría gritando: ¿por qué esta herida aquí y ahora? Por qué hemos de amaros, y habéis de amarnos (si lo hacéis), y sin embargo mantener el abismo que nos separa?

-Porque así fuimos hechos, parientes cercanos -dijo Finrod-. Pero no nos hicimos nosotros mismos, y por tanto nosotros, los Eldar no pusimos el abismo. No, adaneth, no somos altivos en esto, sino dignos de compasión. Esa palabra te disgustará. Pero hay dos clases de compasión: una es el parentesco reconocido, y está cercana al amor; la otra es de la percepción de la diferencia, y está cercana al orgullo. Yo hablo de la primera.

-¡No me hables de ninguna! -dijo Andreth-. No la deseo. Era joven y contemplé su llama, y ahora soy vieja y estoy perdida. Él era joven y su llama se inclinó hacia mí, pero se alejó y es joven todavía. ¿Se compadecen las velas de los topos?"
("Athrabeth Finrod ah Andreth", El Anillo de Morgoth)

Espero que te guste

Por cierto, según podemos leer en esta historia, Aegnor muere poco tiempo después de que se desarrolle esta conversación entre Andreth y Finrod, en la Batalla de la Llama Súbita, creo recordar. Poco después también murió Finrod, su hermano y amigo de Andreth, y después creo que lo hizo también la propia Andreth...

Un saludo, desde Rivendel