Yo lo entiendo como que, a pesar de que él sigue amando la Tierra Media y sobre todo la Comarca, su espíritu no puede encontrar ahí verdadero reposo. Sólo la muerte puede ofrecérselo. Pero como merece una cierta recompensa por toda la amargura que ha tenido que beber, se le concede el don de pasar un tiempo en las Tierras Bendecidas antes de morir (cuanto, no lo sé), para que así... abandone el mundo habiendo experimentado descanso y paz, y acabe de curarse por completo de la mancha que el Anillo dejó sobre su corazón, al igual que lo hace Bilbo y lo hará Sam. Su marcha de la Tierra Media es como una especie de etapa purgatoria y purificadora previa a su muerte.
Es, ciertamente, un final triste, pero "todo lo que nace debe morir", y es una tristeza dulce, o mejor, agridulce, y creo que no podría acabar de otro modo. "No os diré: no lloreis, pues no todas las lágrimas son malas", diría Gandalf en este caso, supongo.

(Mensaje original de: Daeránen)