Pues lo que pasó es, sencillamente, un nuevo ejemplo de la famosa frase "difama, que algo queda"... y de cómo pueden surgir "rumores" tan ridículos, como acusar de aprovecharse de la obra de su padre a la persona que fue, durante la vida de Tolkien y tras su muerte, su máximo colaborador; quien le revisó todos los volúmenes, quien pasó a limpio muchos capítulos, quien dibujó todos los mapas una y otra vez hasta que quedaran bien... y, tras su muerte, quien se encargó de recopilar todos los escritos que él no consiguió terminar, y consiguió publicarlos como Tolkien siempre había querido.

Pero como la ingratitud es la marca corriente de tanta gente (no lo digo por ti, conste, que tú acabas de llegar ), pues hay quien se empeña en ensuciar la fama de aquel a quien más debemos todos los tolkienianos.

Pues esto es lo que ha pasado, simplemente