Muchas...

Pondré algunas:

Muchos de los que viven merecen morir y algunos de los que mueren merecen vivir. ¿Puedes devolver la vida? Entonces no te apresures a dispensar la muerte, pues ni el más sabio conoce el fin de todos los caminos.

A donde tú me pidieras te llevaría -respondió Gwaihir-, aunque fueses de piedra.

El mundo cambia y todo aquello que alguna vez parecía invencible es hoy inseguro.

Al Alba te llevaré ante Denethor. No, al alba no, cuando llegue la orden. La oscuridad ha comenzado. No habrá amanecer


Si oigo decir varias veces más no está permitido -dijo Sam-, estallaré de furia.

Has crecido, Mediano -dijo-. Sí, has crecido mucho. Eres sabio y cruel. Me has privado de la dulzura de mi venganza, y en adelante mi vida será un camino de amargura, sabiendo que la debo a tu clemencia.

Pero Éomer les dijo:
¡No derraméis excesivas lágrimas! Noble fue en vida el caído y tuvo una muerte digna. Cuando el túmulo se levante, llorarán las mujeres. ¡Ahora la guerra nos reclama!
Sin embargo, Éomer mismo lloraba al hablar.

Sam respiró profundamente. -Bueno, estoy de vuelta -dijo.