Ver publicación (Tolkien y la mujer: la otra óptica)

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Morwen
Morwen
Desde: 08/02/2002

#1 Respondiendo a: elentir

Hace cosa de cinco o seis días, dos foreras han intercambiado aquí muy interesantes impresiones acerca de un tema de debate más o menos habitual en el foro como es el de Tolkien y su concepción de la mujer. Lo he estado releyendo ahora, con cierto retraso. Se ha hablado de cuestiones como la forma d...

Ante todo, pido perdón si lo que voy a decir ya se ha dicho antes y queda repetitivo, pero es que dispongo de poco tiempo y, a la vez, quiero dejar mi opinión. Dos circunstancias que a veces son difíciles de reconciliar.

Lo que quería decir es que, si bien es cierto que en la obra de Tolkien no se describen mundos femeninos, sí describe a la perfección, a mi modo de ver, a distintos tipos de mujer que deben abrirse paso en un mundo dominado de hombres.
Es cierto que, por la edad que tenemos la mayoría y la situación de "lucha" actual, quien más quien menos nos sentimos identificada más con Éowyn. Pero tampoco hay que olvidar a Arwen: mujer de la aristocracia que debe enfrentarse a los suyos sin "presentar batalla abierta" para poder unirse a un hombre "inferior"(por decirlo sin dar detalles que todos conocemos, pero sin pretender faltar al respeto).
No podemos olvidar a Galadriel: mujer que gobierna en un mundo en que subsiste el patriarcado, y de qué manera, como es la TM (y sin olvidar el sutil hecho de que, incluso aquellos que pueden considerarse como aliados, por desconocimiento, ´prestan oidos a los rumores negros que la califican de "bruja").
Ya en el Silmarillion tenemos a Morwen, típica madre coraje a ´mi juicio: defenderá hasta el último instante a sus hijos (no por caer derrotada por Morgoth su valor es menor).
Y así hasta un largo etcétera.....
Sí, Tolkien era un hombre de su tiempo. Porque, admitámoslo, si despertáramos hoy en 1903 por ejemplo, nos escandalizarían los comportamientos de la buena gente. Pero, situándolo en su época (mediados sXX) y su estatus familiar, tampoco es para tanto, la verdad. Sólo hay que ver el comportamiento de alguna gente a día de hoy.

Y, ya para acabar, el detalle: que a pesar de los pesares, en estos personajes femeninos, el profe, como le llama Elentir cariñosamente, ha sido sincero: ha descrito muy bien en la ficción prototipos de los que, sin dudar, ha sido coétaneo.
-Señora, partamos mientras podamos. ¿Qué esperanza hay en el bosque para vos y para mí? Estamos aquí prisioneros, y no encontraré en este sitio beneficio alguno, porque he aprendido todo lo que sabe mi padre, o lo que pueden revelarme los Enanos. ¿No iremos a Gondolin? ¡Vos seréis mi guía y yo vuest...