Ver publicación (Duda o_0)
Ver tema#8 Respondiendo a: Anónimo
Vaya, no comprendo
Sí, claro que Glaurung era un dragón de fuego, el primero de todos.
Ancagalon en Negro fue el primero de los dragones alados, es decir que podían volar, pero también eran dragones de fuego.
Las afirmaciones uqe te producen dudas son dos distintas.
Por una parte Gandalf d...
Otra cosa... XD
Claro que hubo dragones capaces de destruir los Anillos, aunque, Ancalagon el Negro no se describa como un dragon de fuego en el sentido en el que lo es Glaurung:
"Aquí Glaurung, el primero de los Urulóki, los dragones de fuego del Norte, salió una noche de las puertas de Angband."
(La Guerra de las Joyas, "Los Anales Grises")
Además:
"Melko ha arrojado muchos dragones contra el mundo y algunos de ellos son más fuertes que otros. Los más débiles -inmensos en comparación con los Hombres de ese entonces- son fríos como las víboras y las serpientes y muchos de ellos tienen alas y se desplazan con gran rapidez y estrépito, pero los más fuertes tienen la sangre caliente y son muy pesados y avanzan lentamente y arrojan llamaradas y entre sus escamas surgen lenguas de fuego, y ninguna criatura los supera en codicia y avidez y maléficos ardides; y así era el Foalókë, cuyo ardor convertía todos sus refugios en yermos desolados."
(El Libro de los Cuentos Perdidos II, "Turambar y el Foalókë")
Ancalagon el Negro, por su parte, fue, según el "Índice de nombres" de El Silmarillion:
"El más grande de los dragones alados de Morgoth, destruido por Earëndil." quien llega a la batalla junto con otros:
"Entonces al ver que sus huestes eran aniquiladas y su poder dispersado, Morgoth se amilanó, y no se atrevió él mismo a salir a la batalla. Pero lanzó sobre el enemigo el último ataque desesperado que había previsto, y de los abismos de Angband salieron los dragones alados que habían estado ocultos hasta entonces; y tan súbita y ruinosa fue la embestida de la terrible flota, que el ejército de los Valar retrocedió, porque los dragones venían junto con grandes truenos y relámpagos, y una tormenta de fuego."
(El Silmarillion, "Del viaje de Eärendil y la Guerra de la Colera")
Un saludo, desde Rivendel
Claro que hubo dragones capaces de destruir los Anillos, aunque, Ancalagon el Negro no se describa como un dragon de fuego en el sentido en el que lo es Glaurung:
"Aquí Glaurung, el primero de los Urulóki, los dragones de fuego del Norte, salió una noche de las puertas de Angband."
(La Guerra de las Joyas, "Los Anales Grises")
Además:
"Melko ha arrojado muchos dragones contra el mundo y algunos de ellos son más fuertes que otros. Los más débiles -inmensos en comparación con los Hombres de ese entonces- son fríos como las víboras y las serpientes y muchos de ellos tienen alas y se desplazan con gran rapidez y estrépito, pero los más fuertes tienen la sangre caliente y son muy pesados y avanzan lentamente y arrojan llamaradas y entre sus escamas surgen lenguas de fuego, y ninguna criatura los supera en codicia y avidez y maléficos ardides; y así era el Foalókë, cuyo ardor convertía todos sus refugios en yermos desolados."
(El Libro de los Cuentos Perdidos II, "Turambar y el Foalókë")
Ancalagon el Negro, por su parte, fue, según el "Índice de nombres" de El Silmarillion:
"El más grande de los dragones alados de Morgoth, destruido por Earëndil." quien llega a la batalla junto con otros:
"Entonces al ver que sus huestes eran aniquiladas y su poder dispersado, Morgoth se amilanó, y no se atrevió él mismo a salir a la batalla. Pero lanzó sobre el enemigo el último ataque desesperado que había previsto, y de los abismos de Angband salieron los dragones alados que habían estado ocultos hasta entonces; y tan súbita y ruinosa fue la embestida de la terrible flota, que el ejército de los Valar retrocedió, porque los dragones venían junto con grandes truenos y relámpagos, y una tormenta de fuego."
(El Silmarillion, "Del viaje de Eärendil y la Guerra de la Colera")
Un saludo, desde Rivendel
En el sitio del Señor Oscuro instalarás una Reina. ¡Y yo no seré oscura sino hermosa y terrible como la Mañana y la Noche! ¡Hermosa como el Mar y el Sol y la Nieve en la Montaña! ¡Terrible como la Tempestad y el Relámpago! Más fuerte que los cimientos de la tierra. ¡Todos me amarán y desesperarán...