¿Cómo?

En este post ya he visto dos claras muestras de contaminación procedentes de fuentes ajenas a nuestro libro (la película). Creo que a nadie le cabe en la cabeza que el señor Boromir fuera capaz de devolver el Anillo (aunque también dudo mucho que Frodo lo dejara caer tan fácilmente), así como el esperpento de concilio que el señor PJ nos muestra en susodicho film.

Presonalmente creo que todos se ven tentados y no por el anillo, sino por los poderes que éste puede otorgar a aquel que lo domine. Seguramente, en caso de que el Anillo estubiera a la vista de un público que no supiera de su valor, tan solo se verían atraídos por el valór intrínseco del mismo, igual que codiciarían cualquier otro anillo de cierto valor (De hecho, Gandalf a penas le presta atención hasta que comienza a sospechar de su origen.

Precisamente en eso está el mérito en resistir la tentación, en no sucumbir ante el ansia de poder, y no en no tener esa tentación. Una vez se descubre el Anillo, ¿quién puede resistirse al encanto del poder absoluto? En condiciones normales, muy poca gente. En situaciones extremas, como las de la amenaza de ser masacrados sin contemplaciones, prácticamente nadie. Tal vez hasta el propio Gandalf deseó en el último momento haberse quedado con el Anillo y de este modo poder haber frenado a Sauron. Utilizando un símil que aparece en una de las cartas de Tolkien, ¿qué país entre la espada y la pared no dudaría en utilizar armas de destrucción masiva como portección ante una amenaza exterior muy superior? En el libro lo lograron. Desgraciadamente no me cabe duda de que en la vida real esto no hubiera sucedido exactamente así.

(Mensaje original de: Lengua de Serpiente)