Ver publicación (El sacrificio de Gandalf)
Ver tema#2 Respondiendo a: Lobelia Tuk
la frase.....
Eso, diria yo, es lo que la Autoridad deseaba para neutralizar a Sauron. Los "magos", en cuanto tales, habían fracasado; o, si gustas: la crisis se había vuelto demasiado grave y estaba necesitada de un incremento de poder.....
Bueno, creo que esto era mas o menos lo que pe...
Aiya!
Vamos a ver si nos aclaramos, recordando las citas adecuadas y oportunas:
"-¡No puedes pasar! -dijo.
El Balrog dio un salto y cayó en medio del puente, El látigo restalló y silbó.
- ¡No podrá resistir sólo! -gritó Aragorn de pronto y corrió de vuelta por el puente-. ¡Elendil! -gritó-. ¡estoy contigo, Gandalf!
-¡Gondor! -gritó Boromir, y saltó detrás de Aragorn.
En ese momento, Gandalf alzó la vara y dando un grito golpeó el puente ante él. La vara se quebró en dos y le cayó de la mano. Una cortina enceguecedora, de fuego blanco subió en el aire. El puente crugió, rompiendose justo debajo de los pies del Balrog, y la piedra que lo sostenía se precipitó al abismo mientrás el resto quedaba allí, en equilibrio, estremeciendose como una lengua de roca que se asoma al vacío.
Con un grito terrible el Balrog se precipitó hacia adelante; la sombra se hundió, y desapareció. Pero aún mientrás caía sacudió el látigo, y las colas azotaron y envolvieron las rodillas del mago, arrastrándolo al borde del precipicio. Gandalf se tambaleó y cayó al suelo, tratando vanamente de asirse a la piedra, deslizándose al abismo.
-¡Huid, insensatos! -gritó y desapareció."
El Puente de Khazad-Dûm. La Comunidad del Anillo.
Bién, hasta llegar a este pasaje, el único "sacrificio" de Gandalf se ha producido cuando grita:
"-¡Por el puente! -gritó Gandalf, recurriendo a todas sus fuerzas-. ¡Huid! Es un enemigo que supera todos vuestros poderes. Yo le cerraré aquí el paso. ¡Huid!"
Aún así, de su frase no se desprende una actitud sacrificada sino la resolución de quién sabe que posee el poder suficiente para enfrentar la amenaza que se cierne sobre la Compañía. Gandal se opone al Balrog con el ánimo de derrotarle;
hasta tres veces le grita "No puedes pasar", y en el entrechocar de los metales una estocada de fuego blanco hizó que el "demonio" cayera de espaldas, quedando desarmado de su espada roja. Después le derrota completamente, no le destruye, pero le derrota y "Con un grito terrible el Balrog se precipitó hacia adelante", cayendo al abismo. La acción postrera, inesperada y, en su maldad, desesperada, del Balrog es la que hace que Gandalf se tambalee y caiga al suelo "tratando vanamente de asirse a la piedra", es decir hace que luche por su estabilidad, cuando no por su supervivencia; y en este comportamiento físico no hay nada de sacrificado. Recordad, la caída de Gandalf es debida a un hecho súbito e insospechado y no debida a un acto voluntario, requisito que necesariamente entraña todo sacrificio.
Pero luego está lo siguiente:
"Luchamos allá lejos bajo la tierra viviente, donde no hay cuenta del tiempo. Él me aferraba con fuerza y yo lo acuchillaba, hasta que por último él huyó por unos túnelos oscuros... Derribé a mi enemigo, y él cayó desde lo alto, golpeando y destruyendo el flanco de la montaña. Luego me envolvieron las tinieblas, y me extravié fuera del pensamiento y del tiempo, y erré muy lejos por sendas de las que nada diré."
El Caballero Blanco. Las Dos Torres.
Tampoco esta cita, continuación cronológica de la anterior, ofrece muestra alguna de sacrificio. Llegados al final del abismo, "más allá de toda luz y todo conocimiento", "donde no cuenta el tiempo", los contendientes reinician su pelea, y Gandalf gana el segundo asalto: "él huyó por unos tuneles oscuros". Pero en la lucha final, sobre Celebdil, Gandalf finalmente derriba a su adversario y le derrota. Vence en su confrontación y "Luego me envolvieron las tinieblas", donde tampoco se aprecia signo o señal alguna de voluntariedad.
El único acto voluntario que se produce en todo el lance, a parte la firme y resuelta voluntad de victoria, es la de oponerse al Balrog; si a esto se le puede llamar "sacrificio", pués vale.
Un saludo desde Minas Ithil.
Namárië.
PD: Miruvor, luego te quejas de los mensajes profundos los sábados por la tarde. Me ha encantado el tema, XD.
Vamos a ver si nos aclaramos, recordando las citas adecuadas y oportunas:
"-¡No puedes pasar! -dijo.
El Balrog dio un salto y cayó en medio del puente, El látigo restalló y silbó.
- ¡No podrá resistir sólo! -gritó Aragorn de pronto y corrió de vuelta por el puente-. ¡Elendil! -gritó-. ¡estoy contigo, Gandalf!
-¡Gondor! -gritó Boromir, y saltó detrás de Aragorn.
En ese momento, Gandalf alzó la vara y dando un grito golpeó el puente ante él. La vara se quebró en dos y le cayó de la mano. Una cortina enceguecedora, de fuego blanco subió en el aire. El puente crugió, rompiendose justo debajo de los pies del Balrog, y la piedra que lo sostenía se precipitó al abismo mientrás el resto quedaba allí, en equilibrio, estremeciendose como una lengua de roca que se asoma al vacío.
Con un grito terrible el Balrog se precipitó hacia adelante; la sombra se hundió, y desapareció. Pero aún mientrás caía sacudió el látigo, y las colas azotaron y envolvieron las rodillas del mago, arrastrándolo al borde del precipicio. Gandalf se tambaleó y cayó al suelo, tratando vanamente de asirse a la piedra, deslizándose al abismo.
-¡Huid, insensatos! -gritó y desapareció."
El Puente de Khazad-Dûm. La Comunidad del Anillo.
Bién, hasta llegar a este pasaje, el único "sacrificio" de Gandalf se ha producido cuando grita:
"-¡Por el puente! -gritó Gandalf, recurriendo a todas sus fuerzas-. ¡Huid! Es un enemigo que supera todos vuestros poderes. Yo le cerraré aquí el paso. ¡Huid!"
Aún así, de su frase no se desprende una actitud sacrificada sino la resolución de quién sabe que posee el poder suficiente para enfrentar la amenaza que se cierne sobre la Compañía. Gandal se opone al Balrog con el ánimo de derrotarle;
hasta tres veces le grita "No puedes pasar", y en el entrechocar de los metales una estocada de fuego blanco hizó que el "demonio" cayera de espaldas, quedando desarmado de su espada roja. Después le derrota completamente, no le destruye, pero le derrota y "Con un grito terrible el Balrog se precipitó hacia adelante", cayendo al abismo. La acción postrera, inesperada y, en su maldad, desesperada, del Balrog es la que hace que Gandalf se tambalee y caiga al suelo "tratando vanamente de asirse a la piedra", es decir hace que luche por su estabilidad, cuando no por su supervivencia; y en este comportamiento físico no hay nada de sacrificado. Recordad, la caída de Gandalf es debida a un hecho súbito e insospechado y no debida a un acto voluntario, requisito que necesariamente entraña todo sacrificio.
Pero luego está lo siguiente:
"Luchamos allá lejos bajo la tierra viviente, donde no hay cuenta del tiempo. Él me aferraba con fuerza y yo lo acuchillaba, hasta que por último él huyó por unos túnelos oscuros... Derribé a mi enemigo, y él cayó desde lo alto, golpeando y destruyendo el flanco de la montaña. Luego me envolvieron las tinieblas, y me extravié fuera del pensamiento y del tiempo, y erré muy lejos por sendas de las que nada diré."
El Caballero Blanco. Las Dos Torres.
Tampoco esta cita, continuación cronológica de la anterior, ofrece muestra alguna de sacrificio. Llegados al final del abismo, "más allá de toda luz y todo conocimiento", "donde no cuenta el tiempo", los contendientes reinician su pelea, y Gandalf gana el segundo asalto: "él huyó por unos tuneles oscuros". Pero en la lucha final, sobre Celebdil, Gandalf finalmente derriba a su adversario y le derrota. Vence en su confrontación y "Luego me envolvieron las tinieblas", donde tampoco se aprecia signo o señal alguna de voluntariedad.
El único acto voluntario que se produce en todo el lance, a parte la firme y resuelta voluntad de victoria, es la de oponerse al Balrog; si a esto se le puede llamar "sacrificio", pués vale.
Un saludo desde Minas Ithil.
Namárië.
PD: Miruvor, luego te quejas de los mensajes profundos los sábados por la tarde. Me ha encantado el tema, XD.
Nic-bric, bric-nic, ...