Ver publicación (Para Leandro, con mis respetos)
Ver tema#1 Respondiendo a: Anónimo
Mi querido y estimado Leandro, abro una carpeta nueva para referirme a tu aportación a la que está inmediatamente por debajo, con tema Películas (no fue culpa mía pero, seguro que yo me he equivocado alguna vez). En realidad es volver sobre lo de siempre, y por lo tanto no le voy a dar muchas vuelta...
Aunque Leandro, yo mismo, algunos otros, podamos estar más o menos "hartos" de esta polémica (Leandro ha escrito el mismo mensaje lo menos 10 veces y cada vez más subido de tono), es inevitable su recursividad. Odio la palabra fanático, ultra-fanático, y lo que se le parezca. ¿No podríamos buscar otra palabra?. Pues considero que el concepto es muy diferente. Estoy viendo, y perdonadme, la típica tira cómica del estreno de LOTR. En ella aparece un cine con la peli en una escena de dos elfos hablando, y dos espectadores que saltan de sus asientos como un resorte: "¡ahhh!, terror!!, sdfgsd no es sindarín, es númeroneano".
El caso es lo que comenté ya hace un tiempo en este foro. No me preocupa que salga Arwen en Helm, me preocupa más qué pasará con los sentimientos de soledad, de añoranza de Aragorn en su camino al Sagrario, qué pasará con Eowyn. Pero es que más no podemos decir, porque PJ no se puede defender de estos ataques. Lo hará el día del estreno, si es que hay algo que defender.
Porque mucho se habla de Helm. Pero si os fijais, la relación de Arwen-Aragorn realmente Tolkien la lleva como un misterio a lo largo de todo el libro. Sólo a partir del Sagrario empieza a comprenderse el alcance de esa relación, y no del todo. Elrond habla en enigma con Aragorn, la larga espera se puede intuir, pero nada más (os juro que la primera vez que leí el libro no sabía que Arwen era el amor de Aragorn hasta el final). Claro, toda palabra de más en Rivendel entre ambos, ¿no sobra?, ¿no estamos traicionando a Tolkien?. No sé, pero en mi opinión, a veces es necesario sacrificar determinadas cosas para obtener un beneficio mucho mayor. Esa es mi confianza.
Mi idea final es que una película es "humana". Tiene sus errores y sus aciertos. No podemos decir: a partir de aquí nada vale, y cerrarnos en banda (yo sé de uno que no conocéis que hará eso). Todo tendrá sus montañas y sus valles, sus fallos, sus verdades, sus sacrificios. Al final tendremos una sensación general, el resultado de sopesar una serie de aspectos apenas abarcables por la conciencia, que se reducirán a: la película nos gusta/ la película no nos gusta.
Por cierto, hablando de gustos, no me han gustado nada, pero nada, las palabras de McKellen: los ultra-fanáticos no deberían ir a ver las películas. Las cosas tienen otro razonamiento.
El caso es lo que comenté ya hace un tiempo en este foro. No me preocupa que salga Arwen en Helm, me preocupa más qué pasará con los sentimientos de soledad, de añoranza de Aragorn en su camino al Sagrario, qué pasará con Eowyn. Pero es que más no podemos decir, porque PJ no se puede defender de estos ataques. Lo hará el día del estreno, si es que hay algo que defender.
Porque mucho se habla de Helm. Pero si os fijais, la relación de Arwen-Aragorn realmente Tolkien la lleva como un misterio a lo largo de todo el libro. Sólo a partir del Sagrario empieza a comprenderse el alcance de esa relación, y no del todo. Elrond habla en enigma con Aragorn, la larga espera se puede intuir, pero nada más (os juro que la primera vez que leí el libro no sabía que Arwen era el amor de Aragorn hasta el final). Claro, toda palabra de más en Rivendel entre ambos, ¿no sobra?, ¿no estamos traicionando a Tolkien?. No sé, pero en mi opinión, a veces es necesario sacrificar determinadas cosas para obtener un beneficio mucho mayor. Esa es mi confianza.
Mi idea final es que una película es "humana". Tiene sus errores y sus aciertos. No podemos decir: a partir de aquí nada vale, y cerrarnos en banda (yo sé de uno que no conocéis que hará eso). Todo tendrá sus montañas y sus valles, sus fallos, sus verdades, sus sacrificios. Al final tendremos una sensación general, el resultado de sopesar una serie de aspectos apenas abarcables por la conciencia, que se reducirán a: la película nos gusta/ la película no nos gusta.
Por cierto, hablando de gustos, no me han gustado nada, pero nada, las palabras de McKellen: los ultra-fanáticos no deberían ir a ver las películas. Las cosas tienen otro razonamiento.
"...hasta que al fin el velo se abrió, y un país lejano y verde apareció ante él a la luz de un rápido amanecer."