Ver publicación (Enanos codiciosos... ¡y un cuerno!)
Ver tema#14 Respondiendo a: Hohendölfer
Me has emocionado, hermano!
Si es q unos tejen la lana y otros la cargamos.... Estos elfos creen que el ladron es de su misma condicion!![]()
Aulë los hizo resistentes ...
... pero algo cortos de entendederas, juuaaaaaas.
A ver, pequeñajos carapeluda, de qué coño estáis hablando.
Primero: el Holendofer o como sea, se refirió a mí, no a los cabrones de mis hijos; mi defensa fue concreta y relativa a sus ejemplos. Y allí, de codicia, nada de nada, como ya expliqué, por más negritas y mayúsculas que pongas.
Segundo: yo no dije que mis hijos no fueran codiciosos, aunque tampoco lo fueron tanto, sino una mezcla de orgullo, sed de venganza e ira ... pobres huerfanitos ... pero no me salieron muy lúcidos, y sin mi guía, pues se perdieron.
Tercero: no tengo orejas picudas, eso es un invento de ciertas tradiciones.
Como ves, saltáis cuando no hay charquito, enanos leche hervida, me hacéis acordar a mí cuando era joven. Y eso que Aulë es mi Vala preferido; por eso me extraña que enanos como vosotros, si es que lo sois, me critiquen, siendo el elfo más afín a vosotros, junto a Celebrimbor y Enerdhil, en cuanto al amor por la herrería y orfebrería. Está visto que la barba y las cejas les ciegan el discernimiento.
Pero dices algo sobre Yavanna. ¿Qué? ¿Esos Valar omnipotentes ahora vienen a pedirme mis joyas? ... que aprendan algo de humildad primero, falsos, si quieren un favor. No mostraron mucha comprensión cuando ese cabezotas de Mandos, verdadero causante de todos los males que siguieron a mi juramento, habló como habló, teniendo tanta información (abusando de ella) y sabiendo que yo estaba bajo "emoción violenta" por lo que había hecho Melkor Morgoth. No, por suerte no cedí. Ufff, que me caliento y se me empieza a prender fuego todo.
Ah, tu pregunta final, "dónde pone que sean codiciosos, y que no esté escrito por elfos": respuesta, más abajo, o sea, en el hobbit, cientos de ejemplos que ahora no hace falta citar.
Saludos.
... pero algo cortos de entendederas, juuaaaaaas.
A ver, pequeñajos carapeluda, de qué coño estáis hablando.
Primero: el Holendofer o como sea, se refirió a mí, no a los cabrones de mis hijos; mi defensa fue concreta y relativa a sus ejemplos. Y allí, de codicia, nada de nada, como ya expliqué, por más negritas y mayúsculas que pongas.
Segundo: yo no dije que mis hijos no fueran codiciosos, aunque tampoco lo fueron tanto, sino una mezcla de orgullo, sed de venganza e ira ... pobres huerfanitos ... pero no me salieron muy lúcidos, y sin mi guía, pues se perdieron.
Tercero: no tengo orejas picudas, eso es un invento de ciertas tradiciones.
Como ves, saltáis cuando no hay charquito, enanos leche hervida, me hacéis acordar a mí cuando era joven. Y eso que Aulë es mi Vala preferido; por eso me extraña que enanos como vosotros, si es que lo sois, me critiquen, siendo el elfo más afín a vosotros, junto a Celebrimbor y Enerdhil, en cuanto al amor por la herrería y orfebrería. Está visto que la barba y las cejas les ciegan el discernimiento.
Pero dices algo sobre Yavanna. ¿Qué? ¿Esos Valar omnipotentes ahora vienen a pedirme mis joyas? ... que aprendan algo de humildad primero, falsos, si quieren un favor. No mostraron mucha comprensión cuando ese cabezotas de Mandos, verdadero causante de todos los males que siguieron a mi juramento, habló como habló, teniendo tanta información (abusando de ella) y sabiendo que yo estaba bajo "emoción violenta" por lo que había hecho Melkor Morgoth. No, por suerte no cedí. Ufff, que me caliento y se me empieza a prender fuego todo.
Ah, tu pregunta final, "dónde pone que sean codiciosos, y que no esté escrito por elfos": respuesta, más abajo, o sea, en el hobbit, cientos de ejemplos que ahora no hace falta citar.
Saludos.
Éomer miró a los caídos y recordó sus nombres. De pronto vio a Éowyn, su hermana y la reconoció. Quedó un instante en suspenso, como un hombre herido en el corazón por una flecha en la mitad de un grito. Una palidez cadavérica le cubrió el rostro y una furia mortal se alzó en él y por un momento no...