Ya podeis pasar por casa: lembas y

¡Ya está! Esta tarde he hecho mis primeras lembas y ayer destilé miruvor.

Sobre el miruvor: adquirí vino peleón en un supermercado de Gondor (cuyo nómbre quenia es AURE %) y lo herví con cinco cucharadas soperas de miel de Lórien, con epecies traídas desde los Puertos Grises (jengibre, vainilla, curcuma y canela) lo colé, lo dejé enfriar y ha reposado 24 horas en el frigo. Lo colé de nuevo y os aseguro que entra muy bien.

Sobre las lembas, las hice siguiendo la receta facilitada en este post por Elfa Arwena, aunque modificada:
- Un vaso (tamaño agua) de harina con levadura incorporada (también comprada en AURE %). Ojo, se necesita mucha más harina, ya vereis...
- Medio vaso de miel.
- Dos huevos enteros
- 75 gr (a ojo) de mantequilla
- Unos 100 gr. de nueces picadas en un molinillo de café junto con una cucharada de té negro aromatizado al jazmín (esta vez procedente del supermercado MANKA-NISS)
- Un chupito de extracto de limón.
- Hojas de menta (no las he conseguido ni veo claro como hacer la parte final de las recetas).
El proceso va así.
Te pones música, preferentemente céltica.
Tomas la mantequilla y la fundes en el microondas
En un bol mezclas la harina con la mantequilla derretida o blanda y los dos huevos. Quitate los anillos, lávate bien las manos y dale caña. Cuando esté mezcladito pones la miel, el jarabe de limón y la mezcla de avellanas y té molidos. Sigue a fondo con las manos en la masa.
Ahora atención: la masa a mí me quedó muy como "pomada" se pringa por todos lados y se deshace. Entonces sólo hay una cosa a hacer: ir añadiendo harina lentamente hasta que quede una masa como la del pan o la pizza.
Enharimas un mármol u otra superficie, te enharinas las manos (o te pringarás y el pringue ese sólo se soluciona con más harina) y la amasas.
Tomas una plata de horno y la embadurnas con mantequilla y la espolvoreas con harina (una capita fina, eh, no te pases) o bien pones (yo lo he hecho así y va de narices) un papel vegetal y no necesitas ni mantequilla ni harina.
Entonces estiras la pasta con un rodillo y haces las galletas con un cortapastas o haces pequeñas bolitas, las aplanas y les das forma de hojas de Lórien (por ejemplo). Las colocas en la plata del horno y las horneas a 175 grados durante un cuarto de hora.

¡Que aproveche!

Ah, si alguien se anima, que escriba y cuente sus éxitos...