son esos momentos...

... que te dejan con cara de tonto. ¿Por qué los elfos pasan olímpicamente de Arwen? ¿En qué cabeza cabe que Frodo le diga a Sam que "se vaya a casa" a una parada de bus del Monte del Destino? ¿A quién se le ocurre pensar que Sam va a hacerle caso? ¿Por qué Gandalf dedica unas palabras de despedida dignas a una piltrafa como Denethor?

Son esos momentos en los que algo hace clic en tu cabeza, se rompe el encanto y te das cuenta de que estás en el mundo real. Y todo por la obsesión de PJ en hacer momentos tremebundos a toda costa, matando moscas a cañonazos. Y es una pena, porque esta película me ha tocado la vena sensible como no lo habían hecho las otras dos.

un saludo