Ver publicación (El honor y el exceso en Tolkien)
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“Aún este elemento de orgullo, en forma de deseo de honor y gloria, en vida y tras
la muerte, tiende a crecer, a convertirse en el motivo principal, llevando al hombre más allá de la triste necesidad heroica, al exceso, a la caballerosidad. “Exceso”, ciertamente, […] cuando no solo va más allá de la necesidad y el deber, sino que interfiere con ellos.”
Estas palabras de Tolkien aparecen en “La vuelta a casa de Beorhtnoth”. Se refieren a la imprudencia de este jefe militar y aristócrata, que a causa de una acción aparentemente honorable, pero en realidad irresponsable, en medio de una batalla, provoca la muerte de sus subalternos y la suya propia. En este estudio o crítica al poema épico Tolkien expresa su opinión sobre la responsabilidad del líder y su deber de anteponer a su voluntad (entendida, pienso, como aspiraciones personales) la seguridad de aquello que protege. Lo mismo opina de la historia de Beowulf y de Sir Gawain.
Esto me ha dado una pista sobre una pregunta que hice un tiempo atrás en el foro: ¿por qué Boromir es redimido con una muerte digna mientras Denethor muere deshonrosamente, cuando ambos cometieron el mismo error por ambición y lo que se puede llamar “egoísmo gondoriano”? Muchos me respondieron con la explicación literal de lo que le había pasado a Boromir y a Denethor, pero no era eso a lo que me refería. Para Tolkien, en mi opinión, el destino de sus personajes estaba muy ligado a sus respectivas personalidades y deseos. Es decir, a su “voluntad” y la forma de actuar respecto a esta. Los personajes positivos son aquellos que anteponen el deber a las consideraciones personales, como Frodo y Aragorn (entre otras cosas, no olvidemos que este arriesga todo su futuro en Helm); mientras los negativos son aquellos que caen en el “exceso”, según Tolkien “orgullo, deseo de honor y gloria” convertidos en el motivo principal de sus acciones. Esta es la esencia del mal, de donde surgió Morgoth, pero también se adecua al resto de los malos… para llegar por fin al asunto que me interesa: Boromir y Denethor no pueden se catalogados como “malos”, por supuesto, están más bien en un punto medio, con Boromir deslizándose hacia el mejor lado y Denethor hacia el peor, como atestiguan sus respectivas muertes. Ambos pecaron de exceso de orgullo, y antepusieron su gloria como señores de Gondor a su responsabilidad ante los hombres en general. Boromir cae tentado por el anillo, pero mucho antes que eso su personalidad apuntaba hacia esos defectos: no se había casado porque solo se interesaba por los hechos militares y era lanzado e irreflexivo, al contrario que Faramir (de ahí también su decisión de ir a Rivendell). Denethor, mucho antes de su locura, tenía tan alta opinión de sí mismo que cometió la imprudencia de mirar en la Palantir, lo que casi le cuesta la victoria a Gondor. Ambos fueron irresponsables con su deber de líder, aunque aparentemente este era su principal preocupación. Al final Boromir se redime anteponiendo el deber (defender a los Hobbits y con ello a la misión de destruir el anillo, a costa de una muerte oscura) a su más ferviente deseo (regresar a Minas Tirith y combatir heroicamente por la victoria), mientras que el Senescal tiene la muerte más deshonrosa posible, causada por su error.
Creo que me ha salido un ladrillo :P, no era mi intención. Por lo menos me he aclarado mi propia duda. ¿Alguien está de acuerdo conmigo?
Saludos de la hierba
(Mensaje original de: Athelas la blanca)
la muerte, tiende a crecer, a convertirse en el motivo principal, llevando al hombre más allá de la triste necesidad heroica, al exceso, a la caballerosidad. “Exceso”, ciertamente, […] cuando no solo va más allá de la necesidad y el deber, sino que interfiere con ellos.”
Estas palabras de Tolkien aparecen en “La vuelta a casa de Beorhtnoth”. Se refieren a la imprudencia de este jefe militar y aristócrata, que a causa de una acción aparentemente honorable, pero en realidad irresponsable, en medio de una batalla, provoca la muerte de sus subalternos y la suya propia. En este estudio o crítica al poema épico Tolkien expresa su opinión sobre la responsabilidad del líder y su deber de anteponer a su voluntad (entendida, pienso, como aspiraciones personales) la seguridad de aquello que protege. Lo mismo opina de la historia de Beowulf y de Sir Gawain.
Esto me ha dado una pista sobre una pregunta que hice un tiempo atrás en el foro: ¿por qué Boromir es redimido con una muerte digna mientras Denethor muere deshonrosamente, cuando ambos cometieron el mismo error por ambición y lo que se puede llamar “egoísmo gondoriano”? Muchos me respondieron con la explicación literal de lo que le había pasado a Boromir y a Denethor, pero no era eso a lo que me refería. Para Tolkien, en mi opinión, el destino de sus personajes estaba muy ligado a sus respectivas personalidades y deseos. Es decir, a su “voluntad” y la forma de actuar respecto a esta. Los personajes positivos son aquellos que anteponen el deber a las consideraciones personales, como Frodo y Aragorn (entre otras cosas, no olvidemos que este arriesga todo su futuro en Helm); mientras los negativos son aquellos que caen en el “exceso”, según Tolkien “orgullo, deseo de honor y gloria” convertidos en el motivo principal de sus acciones. Esta es la esencia del mal, de donde surgió Morgoth, pero también se adecua al resto de los malos… para llegar por fin al asunto que me interesa: Boromir y Denethor no pueden se catalogados como “malos”, por supuesto, están más bien en un punto medio, con Boromir deslizándose hacia el mejor lado y Denethor hacia el peor, como atestiguan sus respectivas muertes. Ambos pecaron de exceso de orgullo, y antepusieron su gloria como señores de Gondor a su responsabilidad ante los hombres en general. Boromir cae tentado por el anillo, pero mucho antes que eso su personalidad apuntaba hacia esos defectos: no se había casado porque solo se interesaba por los hechos militares y era lanzado e irreflexivo, al contrario que Faramir (de ahí también su decisión de ir a Rivendell). Denethor, mucho antes de su locura, tenía tan alta opinión de sí mismo que cometió la imprudencia de mirar en la Palantir, lo que casi le cuesta la victoria a Gondor. Ambos fueron irresponsables con su deber de líder, aunque aparentemente este era su principal preocupación. Al final Boromir se redime anteponiendo el deber (defender a los Hobbits y con ello a la misión de destruir el anillo, a costa de una muerte oscura) a su más ferviente deseo (regresar a Minas Tirith y combatir heroicamente por la victoria), mientras que el Senescal tiene la muerte más deshonrosa posible, causada por su error.
Creo que me ha salido un ladrillo :P, no era mi intención. Por lo menos me he aclarado mi propia duda. ¿Alguien está de acuerdo conmigo?
Saludos de la hierba
(Mensaje original de: Athelas la blanca)