Vale, sé que es una chorrada y no tiene importacia, pero releyendo El Hobbit se me ha quedado la duda.

Cuando Bardo dispara su última flecha para matar a Smaug, dirigida a su pecho izquierdo, después de que se lo advierta el zorzal dice esto:
- ¡Flecha! -dijo el arquero-. ¡Flecha negra! Te he reservado hasta el final. Nunca me fallaste y siempre te he recobrado. Te recibí de mi padre y él de otros hace mucho tiempo. Si alguna vez saliste de la fragua del verdadero Rey bajo la Montaña, ¡ve y vuela bien ahora!
"Fuego y agua"

Sin embargo, un poco más adelante, en ese mismo capítulo, cuando Smaug yace en el lago se dice:
[Smaug] Nunca volvería otra vez al lecho dorado; ahora yacía estirado, frío como la piedra, retorcido en el suelo en el suelo de los bajíos. Allí, durante largos años, pudieron verse en los días tranquilos los huesos enormes entre los pilotes arruinados de la vieja ciudad. Pero pocos se atrevían a cruzar ese sitio maldito, y menos aún a zambullirse en el agua escalofriante o a recuperar las piedras preciosas que le caían de la carcasa putrefacta.

Se dice "pocos", es decir, que tal vez alguien se atreviera a recuperar alguna de las joyas del dragón. Sin embargo, para recuperar la flecha habría que hacer un tremendo trabajo de cirujía porque en ese hueco se hundió la flecha, y allí desapareció, punta ástil y pluma, tan fiero había sido el tiro.

¿Entonces qué pasó con la flecha? Supongo que nada habrá escrito al respecto, porque es algo sin importancia, pero no deja de ser curioso

Saludos desde Bolsón Cerrado