Nirni, no hay palabras...

Palabras para describir algo... aunque fuera someramente... por todo lo que ahora sentimos. Tampoco hay palabras de consuelo suficientes, pero si de algo te sirve, te diré que yo soy una persona más de cuantas se alegran de que hoy te hayas dormido y estés aquí y no allí...

No puedo decir que yo haya tenido tan mala fortuna de ver lo que tú... Pero yo era pequeño cuando sucedió lo del Hipercort de Barcelona, y a mí no me cogió por minutos... Aunque sí a un amigo mío de infancia, y a la esposa de un conocido. En cierto modo, sé lo que habéis sentido muchos a quiénes os pudo coger ésa maldita suerte y el destino caprichoso no lo quiso... Cuando lo mío, yo era pequeño (tendría 7 u 8 años, a lo sumo) , y no creo que fuera tan consciente como lo soy ahora, de que ése día pude ser una de ésas veintitantas personas, junto con mi madre... Suerte que ése día mi madre no quiso hacer cola para comprarme un chupa-chups, que yo le pedía, y ella tenía prisa... Caprichoso es el destino.

Pero estremezco más todavía de sólo pensar que lo mismo que le ha tocado a tantas personas con sus amigos, familiares, novios, novias... nos podría haber sucedido a nosotros.