Ver publicación (Sobre la afición a Tolkien)

Ver tema

Hiniglin
Hiniglin
Desde: 17/11/2001

#1 Respondiendo a: Elfa Árwena

Hola a todo el mundo

Siempre me ha gustado mucho leer... Y me siento bastante orgullosa de todo lo que he leído a lo largo de mis 37 años (aunque nunca es suficiente ) Cuando, hace ya demasiado tiempo , me regalaron El Hobbit, lo devoré, y se convirtió en uno de mis libros favoritos......

Es lamentable...

... que aquellos que tenemos cierta afición y pasión por la literatura, y por una determinada clase de literatura, recibamos epítetos semejantes a los mentados aquí por parte de aquellos que no pueden comprendernos y, por tanto, respetarnos. Siempre he pensado que es fundamental tratar de comprender y razonar para realmente poder respetar aun aquello que tan ajeno a nosotros nos puede resultar.

Supongo que, más o menos, entre todos vosotros, quiénes ya habéis respondido aquí, habéis nombrado con razón varios de los motivos por los que recibimos a menudo este desprecio del que nos quieren hacer merecedores quiénes, con una visión que no va más allá de los límites de las paredes de hueso de su cabeza, no pueden entender este gusto nuestro por una verdadera obra de arte, esta de la que hablamos aquí o cualquier otra.

Una obra concreta que a nosotros nos llega al alma a través de todos los sentidos de nuestra mente, de nuestra imaginación, y que colma nuestra sensibilidad, porque todos y cada uno de nosotros podemos encontrar en ella algo que es verdadero, porque verdaderamente nos hace sentir de un modo diferente que otras cosas que carecen de ésa capacidad para hacernos disfrutar. Una obra que, al fin y al cabo, a muchos de nosotros, más temprano o más tarde, nos ha despertado un sentimiento, unas emociones y que nos ha enseñado algo importante... Pero bueno, y ahora ¿qué puedo decir más que no sepáis ya?

Y ahora bien, si para algunos este gusto y esta capacidad para sentir nuestros no es más que una obsesión tal vez insana, quizá infantil, porque esta vez se refiere a una obra que es considerada en ocasiones así, jamás lleguéis a pensar que somos nosotros los "bichos raros" o que tenemos realmente un problema por sufrir esto, porque si digo que todo esto es lamentable no lo hago por nosotros, sino por aquellos, que no saben cuál es la verdadera riqueza que se están perdiendo. Más a menudo, los más grandes tesoros no están enterrados a cuatro metros bajo tierra en un lugar marcado con una X y en una isla remota, sino delante de nuestras propias narices. Lo que pasa es que a veces no sabemos verlos ni apreciarlos en su verdadero valor.

En mi caso, yo he tenido la buena fortuna de encontrarme en un entorno en el que mi gusto y vocación por la literatura, y esta literatura concreta, entre otras cosas, como la pintura o el teatro, es muy apreciado. Y no es que, por ejemplo, mis padres hayan sido consumados lectores, esto más por falta de tiempo que por ganas, pero éso no les ha impedido comprender el por qué de mi afición. Es más, para ellos siempre ha sido cosa importantísima el que yo desarrollara esta afición mía y fueron precisamente ellos quiénes me regalaron mi primer gran libro por mi noveno cumpleaños, "El Hobbit" precisamente. Hoy dispongo de dos habitaciones para mí en mi casa, y ambas están colmadas de libros, desde el suelo hasta el techo, hilera sobre hilera, fila tras fila, en estanterías, mesas, columnas, cajones y baules... Devoro casi toda clase de literatura y autoría ¡Dentro poco seré yo quién no quepa en mi casa!
Bien puedo decir que les debo mucho...

En mi estrecho y reducido círculo de amistades también tengo la suerte de compartir estos gustos, y en mayor o menor medida todos ellos se interesan también por la obra de Tolkien, y fui yo quién en un principio les interesó por ello (luego el resto lo hicieron ellos mismos). En el colegio no tuve menos suerte, mi profesor de matemáticas era un apasionado de la obra de Tolkien y desde el primer día en que me vio con un libro de él bajo el brazo se acercó a mí y empezó a dejarme sus propios libros y a charlar conmigo sobre literatura. Y en el instituto, mi profesora de latín, griego, filosofía y teatro, otra devoradora de literatura, valoraba muy altamente a autores como Tolkien y los defendía contra el menosprecio de ciertos "eruditos" literatos. He seguido teniendo suerte en la universidad...

Y de hecho, mirad cuantos somos aquí... realmente, muchos de vosotros ¿podéis decir que estáis solos? Yo no lo creo.
En pie, aventureros.