el fin de algunas cosas...

... y aún así, a todo se sobrepone uno. Para alguien que ha disfrutado poco con las películas, resultaría extraño echar de menos esos momentos que citas. Pero así es: los echo de menos. Me queda por ver la extendida de ERDR, y la megaextendida de todo (si la hay), pero las sorpresas, buenas o malas, terminaron el año pasado.

Y ese momento mágico, de alteración permanente ante noticias u opiniones, ha desaparecido. Esos interminables y acalorados debates en los que por un momento las barreras físicas desaparecían, y tenías la sensación de estar sentado en una cafetería con unos amigos, charlando apasionadamente de un tema particularmente grato, esos momento, posiblemente, ya no volverán, porque PJ ya no podrá sorprendernos con mucho más.

Pero sinceramente, creo que son "esos momentos" los que no volverán. Otros están por llegar, sin ninguna duda. Afortunadamente para esta web, nuestro nexo común es Tolkien. Otras miles de páginas, surgidas a raíz de un estreno cinematográfico o una moda, aparecen y desaparecen a ritmo vertiginoso. Con ésta no ha pasado, porque detrás de todo, está Tolkien.

Era viejo (para la media de edad de los foreros) cuando entré aquí la primera vez. Hacía muchísimos años que había leído ESDLA, lo cual significa que había experimentado hace muchísimos años esa sensación que tú experimentas ahora, por algo que me había tocado muy hondo: terminar ese libro, acompañar en silencio a Sam en el camino de regreso, y sentarme a su lado en Bolsón Cerrado, sin saber qué decir. Porque fue Sam el primero que pasó por este mal trago. Ahora me siento un poquito más viejo por el final de esta nueva etapa, pero sinceramente, aunque ahora mismo me parezca imposible (o al menos, improbable) que algo así vuelva a ocurrir, la vida da demasiadas vueltas y la novela es demasiado buena para dejarnos ganar por la desesperanza.

Cuando dentro de 30 años vuelvan a hacer una adaptación de ESDLA, podremos decir que vivimos la tensión, la euforia o el monumental cabreo de la primera (o segunda) adaptación. O sea, seremos los auténticos abueletes, y habremos pasado de sentirnos como Sam a sentirnos como Bilbo. Pero para Sam y para Bilbo (y para nosotros, al menos, para mí), sirven las palabras que Aragorn le dedica a Arwen antes de morir (y que no repito porque no tengo el libro a mano, y sería una pena destrozarlas). Así ha de ser, cuando sólo la relectura de ESDLA es capaz de transportarme de nuevo a ese mundo (y han sido muchas reelecturas). Y aunque es cierto que nunca será como la primera vez, es igual de cierto que ninguna es igual, y siempre hay algo nuevo.

un saludo
(aprovecho este momento de debilidad para saludar a todos los foreros con los que he mantenido tan buenos momentos; para disculparme con todos aquellos a quienes, en el fragor del combate, haya podido molestar; y para saludar a aquellos que ya no están: los echo mucho de menos. Y como siempre en estas ocasiones, agradecer a los encargados de la web: el tiempo es oro y más cuando no os sobra; gracias por dedicarnos ese tiempo. Aunque ahora escribo mucho menos, no pasa un día sin que me acerque a este foro: siempre hay alguna ocasión para recordar que los Balrogs tienen alas, o que PJ se ha pasado algunos pueblos)