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Gwaihir
Gwaihir
Desde: 22/04/2000

#1 Respondiendo a: Anónimo

Respecto al debate sobre si Aragorn debería haber cedido el trono a la estirpe de Denethor, quiero cricar vuestra técnica de debate:

No creo que debamos decir, "a Aragorn le corresponde tal y cual porque en la Primera Edad tal y cual, descendiente de nosequién". Es un argumento basado en la ficción...

Crítica a la crítica

Cuando dices "yo soy un lector, no un historiador fantástico de la Tierra Media" estás tirando por la borda una gran parte del mérito de la obra de Tolkien; no se puede desligar la calidad de la obra literaria de la subcreación de un mundo completo con su propia historia.

Yo no puedo juzgar a Aragorn, a Faramir, o a cualquier otro personaje, analizándolo fuera de su contexto, y ese contexto está clarísimo: la historia de la Tierra Media, esas son las reglas del juego, y si no... apaga y vámonos.

En nuestro mundo actual lo que ocurrió ayer ya es historia, y lo del año pasado... pues a lo mejor no es ni siquiera historia, no si no salió en la televisión.

Pero en Arda las cosas funcionan de otra manera... en Arda alguien te dice que combatió con la Última Alianza, más de 3.000 años atrás, y se queda tan fresco, porque ya tenía más de 3.000 años cuando sucedió aquello; en Arda te puedas encontrar con una Dama cuya edad se cuenta en decenas de miles de años... ¿Qué son entonces 1.000 años de historia?, mucho para unos, un suspiro para otros, tanto como para que hubiese 26 generaciones de Senescales Regentes.

Y resulta que cada una de esos 26 Senescales juraba "esgrimir el bastón de mando y el gobierno en nombre del rey, hasta que él vuelva", y si esa fórmula se convirtió en un mero trámite y los Senescales "endurecieron sus corazones" eso era única y exclusivamente porque les interesaba. Si la estirpe de los reyes se hubiera extinguido, estoy seguro de que ellos se habrían enterado. El resto era "hacerse los locos" esperando que al rey se le olvidase volver.
"Si fui entonces, mi amor, iré de nuevo, dondequiera que estés. Tú eres todo lo que tengo, mi verdadero amor. Tú eres la Dama más valiente, el navegante más osado. Eres mía. Navegaste por mí. Eres mi dama, la Dama que llevó El Alma."
(Cordwainer Smith, "La Dama que llevó El Alma"