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Beregond de M.Tirith
Beregond de M.Tirith
Desde: 15/08/2002

#27 Respondiendo a: alaluna

Releyendo ES...

...he llegado al párrafo en el que habla del Don de los Hombres:
Por tanto quiso que los corazones de los Hombres buscaran siempre más allá y no encontraran reposo en el Mundo; pero tendrían en cambio el poder de modelar sus propias vidas, entre las fuerzas y los azares mundanos...

la predestinación

Alaluna, lo que digo que creo que pueden "modelar" es su destino, según sus obras en arda.
Gelmir, me refiero a que su destino en ese "más allá" depende de lo que hagan en el "más acá".
Respecto a lo de meter a los Ainur, lo he hecho a propósito, porque son los que conocen su música, y es fuera de esa música donde está el destino de los hombres. Sólo Eru sabe lo que les vaa suceder, porque ese "más allá" está fuera del conocimiento de los ainur, y el hecho de que Eru lo sepa es donde entra la predestinación de los hombres, no (o sí) reñida con el libre albedrío. Hablo de predestinación no ya en cuanto al destino del hombre tras la muerte, sino el de su misma vida.
Y sigo pensando que tanto elfos como ainur pueden tomar, y de hecho toman decisiones libremente, libertad también cogida con pinzas por lo mismo que la del hombre: la puñetera predestinación debida al conocimiento previo de todo ello al menos por el mismo Eru.
La canción creo que era una especie de boceto, pero ningún ainur "ve" en qué vaa acabar todo. Cuando se desesperan con las acciones de Melkor, el mismo Eru les muestra que precísamente esas acciones, en principio destructoras, colaboran a crear hermosura (nieve, nubes) que ni habían imaginado. Y, aunque la voluntad y el propósito de los Valar no se cumplía nunca, y todas las cosas tenían un color y una forma distintos de como ellos los habían pensado, no obstante la Tierra iba cobrando forma y haciéndose más firme. Y así la habitadión de los hijos de Ilúvatar fue establecida al fin en los Abismos del Tiempo y entre las estrellas innumerables.
Un consejo es un regalo muy peligroso, aun del sabio al sabio, ya que todos los rumbos pueden terminar mal. ¿Qué pretendes? No me has dicho todo lo que a ti respecta; entonces, ¿cómo podría elegir mejor que tú? Pero si me pides consejo te lo daré por amistad.