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Ver tema#1 Respondiendo a: Anónimo
... que seguro que ya habeis discutido aqui, pero como yo llevo casi dos meses todavia, pues ahi va:
En LCDA, Bilbo en la fiesta se pone el anillo, desaparece y se queda más feliz que McGiver en la ferretería, pero, acto seguido, va Gandalf, toca el anillo y le sale el ojo. Vale, en el libro esto...
Es la película
Es la película, no el libro. La interpretación que yo hice de esa escena (y que creo que es coherente con la película) es que Bilbo no percibe el Anillo como una amenaza, al igual que Frodo cuando lo coge en su mano después de que Gandalf lo ha tirado a la chimenea. El Anillo descubre a Sauron cuando su portador percibe una amenaza en él.
Si no, el pobre Frodo, al llevarlo al cuello... tendría que haber estado viendo el Ojo por todas partes, jejeje.
Por eso, cuando Gandalf empieza a sospechar de que ese anillo es, en realidad, el Anillo Único (que es cuando Bilbo lo llama "mi tesssoro"), percibe el mal que hay en él, y así percibe el "Ojo" cuando va a tomarlo del suelo. No es que se le manifieste Sauron, sino que percibe que ese Anillo tiene mucho que ver con el Señor Oscuro.
Al menos, yo lo veo así
Saludotes

Es la película, no el libro. La interpretación que yo hice de esa escena (y que creo que es coherente con la película) es que Bilbo no percibe el Anillo como una amenaza, al igual que Frodo cuando lo coge en su mano después de que Gandalf lo ha tirado a la chimenea. El Anillo descubre a Sauron cuando su portador percibe una amenaza en él.
Si no, el pobre Frodo, al llevarlo al cuello... tendría que haber estado viendo el Ojo por todas partes, jejeje.
Por eso, cuando Gandalf empieza a sospechar de que ese anillo es, en realidad, el Anillo Único (que es cuando Bilbo lo llama "mi tesssoro"), percibe el mal que hay en él, y así percibe el "Ojo" cuando va a tomarlo del suelo. No es que se le manifieste Sauron, sino que percibe que ese Anillo tiene mucho que ver con el Señor Oscuro.
Al menos, yo lo veo así

Saludotes

El corazón de los hombres a menudo no es tan malo como sus actos, y rara vez tan malo como sus palabras. (J.R.R. Tolkien)