Sí... y no,... y quizás

Como bien se suele decir, las leyendas contienen una parte de verdad, aunque sea minúscula. Por lo tanto, es posible encontrar "rarezas".
No hay fósiles de "gigantes", pero sí hay fósiles de dinosaurios, y los dinosaurios "fueron" gigantes. Es más, seguro que cuando empezaron a encontrar huesos de gran tamaño se empezaró a soñar con seres extraños y fabulosos. Y al final tuvieron razón, pero claro, cambiar la palabra "ser" o la palabra "monstruo" por la palabra "animal", y además catalogarlo como Rex, especie Tiranosaurio, orden dinosaurios cuadrúpedos, reino animalia, etcétera, es echar por la borda todo el misterio. Y los dinosaurios siguen siendo "seres extraordinarios", incluso "fantásticos". Y dentro de unos años, cuando no queden elefantes ni jirafas (esperemos que me equivoque), serán animales "fantásticos".
Por otra parte, "existen" gigantes: el hombre más alto del mundo del que se tiene conocimiento midió 2,72 m (casi tres metros de altura). Imagínate un tío así de alto en la fila de vanguardia de los filisteos, puesto allí para dar miedo. Con razón llamaron gigante a Goliat.
Por lo tanto, es muy probable que muchas leyendas partan de sucesos extraños y raros reales, que no tienen por qué ser "sobrenaturales", sino más bien cosas fuera de lo común.
Los elfos no han existido nunca, ni los trolls, ni los orcos tal y cómo los conocemos, ni tampoco dragones o balrogs.
Pero tenemos ardillas voladoras, plantas carnívoras gigantes, murciélagos chupadores de sangre, monos que entienden a los seres humanos y llegan a expresar ideas con palabras, tenemos a elefantes que recuerdan lugares que solamente han visto en su niñez después de sesenta años, tenemos perros que lloran por sus amos y saben encontrar el camino de vuelta a lo largo de kilómetros, tenemos a aves que tienen un gps incorporado en su cuerpo para moverse a lo largo de miles de kilómetros. Tenemos a animales quiméricos mezcla de otros: por ejemplo el ornitorrinco, mezcla de pato y castor y que es medio mamífero y medio réptil. Tenemos una sarta de animales tan fantásticos que muchas veces los inventados no les llegan ni a la suela de los zapatos.
Incluso seres como los centauros o los cíclopes, o monstruos como los niños diabólicos, tienen base real (en seres humanos con desgraciadas y fatales anomalías genéticas).
Por lo tanto: las leyendas tienen parte de verdad, por otra parte es imposible llegar a suponer que los seres de ESDLA existieran realmente, pero por último: no sé si hace falta. Admirando lo que tenemos podemos darnos cuenta que no hace falta que exista la Tierra Media, si llegamos a convertir esta Tierra en nuestra Tierra Media.
Saludos...