Isildurio, prefiero contestar aquí

En primer lugar porque prefiero que se sepa mi opinión en público, y en segundo lugar porque ahora tengo el ordenador "patas arriba", con todo a medio instalar, y entre las cosas que me faltan es configurar el gestor de correo.

Quiero dejar claras dos cosas: me gustaría que mi mensaje no te resultase ofensivo, ni a ti ni a tu esposa; y segundo, mi felicitación por haber "encontrado el amor" gracias a Tolkien... mira que curioso, también a mí me a sucedido, y me cosnta que también a otros que se han mostrado en desacuerdo con el documental y que lo han puesto aquí por escrito.

El problema, Isildur (me imagino que lo prefieres a Isildurio), es que si bien en este foro se han escrito palabras que puedes tomar como efensivas, has de reconocer que es el precio que hay que pagar en ocasiones por decir determinadas cosas en publico, y más si se hace en la televisión. Siento ser tan duro, porque sé lo importantísimo que es para vosotros dos lo que os está pasando (y lo sé por vivirlo en mis propias carnes); pero al igual que no tuvisteis problema a la hora de reconocerlo ante una cámara, habéis de saber asumir las críticas.

Para mí, como dije más arriba, la afición por Tolkien es algo mucho más íntimo que lo poco que he podido ver en los dos pequeños videos de Canal+ (sigo sin poder ver el programa entero). Hoy mismo, en el trabajo, he tenido que soportar comentarios de gente que ni siquiera ha leido una sola línea de Tolkien que preferiría no volver a escuchar. Me fastidia (por no decir algo peor) enormemente tener que rebatir que nuestra afición común no es una secta ni un grupo de pirados.

Si la Sociedad Tolkien Española se cree representante de los tolkiendili españoles (y yo al menos no me siento represantado por ella) debería reconsiderar la imagen que da ante la opinión pública, o al menos aclarar que son una minoría (más o menos numerosa, pero minoría). Sinceramente, y basándome en la opinión de personas ajenas al "mundillo Tolkien", prefiero que nadie haga publicidad de nuestro "vicio secreto" y poder permanecer en un digno anonimato, sin que nadie me tome por lo que no soy por el simple hecho de leer determinado libro... y más cuando ese libro es El Señor de los Anillos.