El valor sentimental

En mi particular opinión estos conciertos tienen un valor sentimental superlativo. Sinceramente no creo que Shore dirigiendo una orquesta sea un verdadero virtuoso, tiene muchas limitaciones técnicas. Pero, claro, verlo dirigiendo su propia obra tiene lo que tiene. Personalmente daría bastante por ver la partitura de Shore dirigida y ejecutada por intérpretes de altura. Lamentablemente eso nunca sucede con la música de cine, y es una verdadera pena los círculos cerrados por los que se mueven las verdaderas grandes orquestas. Siempre hay excepciones, naturalmente.

Con esto, y sin querer entrar en polémica, quiero decir que las giras de Shore son muy mejorables desde el punto de vista exclusivamente musical, que no del espectáculo o meramente sentimental. En este último sentido no tienen parangón. Eso es lo que me ha demostrado el DVD extra de la versión del coleccionista.