Ver publicación (Reflexión sobre los prisioneros.)

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Beleg_AF
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Desde: 20/05/2003
Siempre ha habido y habrá prisioneros en las guerras, y la guerra es algo que Tolkien en su obra fantástica nos reproduce con un tremendo realismo (curioso, no se si lo habrán advertido aquellos que tachán su obra de cuento para niños).

Por poner un mero ejemplo los montañeses salvajes son apresados por los jinetes de Rohan en el abismo de Helm y son liberados después de ayudar a reparar parte del daño y de jurar que no volverán a atacar a Rohan.

Mi pregunta es la siguiente: ¿Se hacían prisioneros a los orcos?
No recuerdo ningún momento de la obra en la que se tomen orcos como prisioneros, pero aunque así fuese, tengo otras interrogantes que derivan de desgranar la anterior:
Hasta donde yo entiendo los orcos son una raza a la que se presupone maldad innata, seres que viven para la violencia y la destrucción y que se deleitan acabando con todo cuanto crece en la tierra. Así pues: ¿qué sentido tiene después de una batalla apresar a estos seres? ¿Qué finalidad? ¿Intentar que se arrepientan de lo que han hecho y reintroducirlos en la sociedad convertidos en ciudadanos de bien? ¿Devolverlos a su patria con la promesa de que no volverán a ser hostiles? ¿Acaso se podría esto conseguir? Otra posibilidad: ¿Cadena perpetua? Quizá sería una solución aunque desde mi punto de vista es algo que no comprendo.
Ante algo así lo más lógico en principio parece que es matarlos a todos, ya que no va ha servir de nada que intentes cambiarlos. Sin embargo y por muy malvados que sean los orcos, ¿no sería esto un acto infame y terrible que pondría al verdugo al nivel de su enemigo? Desde luego yo no me imagino a elfos y (algunos) hombres cometiendo tamaña vileza, matando a otros seres vivos a sangre fría después de haberse rendido. No me parece en modo alguno legítimo.
¿Qué pensáis sobre esto?

Saludos.
Desenvainó allí la espada, lo único que le quedaba de todas sus posesiones, y dijo: –¡Salve, Gurthang! No otro señor ni lealtad conoces, sino la mano que te esgrime. No retrocedes ante la sangre de nadie. Por tanto ¿no quieres la de Túrin Turambar? ¿No me matarás de prisa?
Y en la hoja resonó una v...