He estado en el Mt Saint Michel

Hola, yo he visitado unas tres veces en el Mont Saint Michel (suelo pasar las navidades a unos 150 kilómetros, en Bretaña), y os puedo asegurar que, junto a Venecia, es uno de los lugares más mágicos que existan, un sitio fuera de este mundo, y donde, como percibe Gimathiel con una simple foto, yo siempre me sentí comoen la Tierra Media. Perdón por el off-topic que voy a soltar, pero es que el lugar lo merece:

Se trata de un monte de unos 100 metros de altura, y que está el final de una península que se adentra en el mar de una bahía unos dos kilómetros. Una calle única zigzaguea entre casas medievales, hasta llegar a una imponente abadía, cuyo campanario está coronado por una flecha y una talla de San Miguel a unos 140 metros de altura. El territorio que lo rodea es plano, pero planoplanoplano, y el monte se ve a kilómetros de distancia. A medida que te acercas en coche, te va entrando un no se qué, notas la magia del lugar, y es aquí cuando de verdad no puedes evitar pensar en Tolkien. Otro tema interesante es que, con marea baja, NO se ve el mar desde el monte, y con la marea alta, se convierte en una isla. Es decir, que con marea baja, el mar se retira a más de 9 kilómetros !!!! La marea sube y baja con la velocidad de unos 40 km/h, y muchos incautos paseantes que han creido poder caminar por las arenas de la bahía han muerto ahogados por la llegada repentina del mar, o atrapados en arenas movedizas. Todo esto es cierto!

Problema 1: el lugar es bastante pequeño, nada que ver con Minas Tirith, y ni siquiera con la (minúscula) Edoras de Peter Jackson. Problema 2: está hasta arriba de turistas. Hay que visitarlo fuera de temporada (noviembre es un buen mes).

Ahora bien, volviendo a Tolkien. Estoy completamente de acuerdo con un comentario que hizo el propio JRR: Venecia sí que es Minas Tirith. Aunque sea plana y con canales, la sensación que provocan sus casas, sus calles, y especialmente el ambiente general de la ciudad (cuando consigues evitar las hordas de orcos, digo, turistas) te transporta a otro lugar intemporal, decadente, grandioso. Gimathiel, cuando te cases, ve a Venecia.

Un (turístico) saludo desde mi bosque!