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Hace muchísimo que no comparecía en esta Imladris post conciliar.
Las películas, y concretamente la tercera de la sierie de Peter Dackson (el ahora silfídeo rey Hobbit-Kong) creo que van ganando a medida que van trascurriendo los años. Para quienes tuvimos la suerte de adquirir las dos versiones, tanto las extendidas como las oficiales, resulta una gozada, al menos a mí me lo parece, ir descubriendo cosas que con la emocíón precipitada de los primeros visionados pasaron desapercibidos.
Concretamente me encanta el encadenado de las escenas que cohesionan las tramas argumentativas de cada uno de los personajes en el Retorno. Me gusta la unidad compacta a que se llega por la lógica implacable de un desenredo minucioso de la dinámica actancial y el magnífico trabajo de continuidad que poseen todas las escenas. Todavía más quizá en la versión extendida, a la que creo sobra sólo la escena de Boca de Saurón cuya solución resulta precipitada, drástica y fuera de lugar (no porque no tenga que estar, porque Tolkien la describe, sino por lo forzada que resulta en la película).
En fin, espero que esteis de acuerdo conmigo en que las tres películas de la trilogía ganan en crédito con el tiempo, y concretamente la tercera de ellas, la cual no me canso de visionar una y otra vez, tanto doblada como en versión original.
Un saludo a todos.
Luis M.
Las películas, y concretamente la tercera de la sierie de Peter Dackson (el ahora silfídeo rey Hobbit-Kong) creo que van ganando a medida que van trascurriendo los años. Para quienes tuvimos la suerte de adquirir las dos versiones, tanto las extendidas como las oficiales, resulta una gozada, al menos a mí me lo parece, ir descubriendo cosas que con la emocíón precipitada de los primeros visionados pasaron desapercibidos.
Concretamente me encanta el encadenado de las escenas que cohesionan las tramas argumentativas de cada uno de los personajes en el Retorno. Me gusta la unidad compacta a que se llega por la lógica implacable de un desenredo minucioso de la dinámica actancial y el magnífico trabajo de continuidad que poseen todas las escenas. Todavía más quizá en la versión extendida, a la que creo sobra sólo la escena de Boca de Saurón cuya solución resulta precipitada, drástica y fuera de lugar (no porque no tenga que estar, porque Tolkien la describe, sino por lo forzada que resulta en la película).
En fin, espero que esteis de acuerdo conmigo en que las tres películas de la trilogía ganan en crédito con el tiempo, y concretamente la tercera de ellas, la cual no me canso de visionar una y otra vez, tanto doblada como en versión original.
Un saludo a todos.
Luis M.
Aquí, en la azotea de Orthanc, entre pico y pico de la torre he atado unos cordeles, pero ¡NO TENGO FUERZAS YA NI PARA TENDER MI TÚNICA! Tan sucia, de un blanco tan denegrido. Veo el valle de Isengard, lo que queda de él: lleno de pisos y de chatarrerías, con la carretera general que cruza el Parque...