Los Elfos añoran Valinor, pues muchos se exiliaron de esas tierras por propia voluntad, siglos atrás, y desean volver a la Tierra Dorada de los Valar. Los que no, los que nunca fueron, los que no siguieron el camino de sus semejantes, saben que el tiempo de los Elfos se agota en el este; su poder ha menguado, dismunuido su esplendor y sus tierras. Añoran el Mar y las Tierras del Poniente, donde viven sus semejantes, en las tierras vírgenes e inmortales de los Valar. Poco o nada les queda en verdad en la Tierra Media. Por eso parten. Por eso se van. Es tiempo de los Hombres mortales, condenados a morir.