NARRACIÓN

Por fin partimos del bosque. Era un hermoso lugar, pero prefería el bosque de Fangorn. Al principio callamos mucho, el primero en romper el silencio fue Abârmil:[quote]- Me pregunto el por qué de el rescate de el tesoro, ¿Tan valioso será, que poderes tendrán tales joyas? Aunque todos sabemos de la codicia de Thranduil…[/quote] Después comenzamos a hablar. Algunos recordaron viejos tiempos, otros contaron su historia, yo también conté mi historia: [quote]- Antes de llegar a Rohan y alistarme como soldado fui cazador en Bree. Mi padre me enseñó el arte de la caza y del rastreo, nunca seré tan bueno rastreando como un montaraz, pero se manejarme en los bosques mejor que muchos compañeros rohirrim, auque no se montar tan bien. Mi padre me enseñó a cazar con cuchillos arrojadizos al ver que me era imposible apuntar decentemente con un arco. Años después mi familia migró a Rohan, aunque yo fui el único en llegar, si no contamos a mi primo. Nuestra caravana fue atacada por orcos en el Paso de Rohan, pense que era el único superviviente. Me rescataron unos exploradores rohirrim que estaban persiguiendo a los orcos y me llevaron semiinsconciente con ellos. Cuando desperté y me enteré de que mi familia había muerto decidí alistarme como soldado. Desde entonces me gano la vida cazando los pocos orcos que quedan en Rohan.[/quote] Escuhé otras historias, no solo la mía. Hablé con Barin, que a fin de cuentas era un compatriota, también hablé con Inglor preguntanto mucho sobre los elfos. Después de caminar mucho el sol se puso y las sombras nos rodearon, tuve un mal presentimiento he insistí en acampar, aunque finalmente continuamos hasta la posada. Pronto no fuí el único que tuvo malos presentimientos, los crujidos terroríficos nos hacían creer que alguien nos miraba y avanzamos lentamente. Por fin llegamos a la posada.

Allí el posadero nos preguntó si eramos los de la misión y nos indicó nuestra habitación, diciendo que además había en ella un anciano de gris, dos enanos y una guerrera gondoriana, además de unos elfos y unos montaraces. Cuando entramos nos encontramos con el mismísimo Gandalf, que recordaba de mi niñez. Había pasado muchas veces por Bree y anque era muy pequeño en aquellos tiempos no es difícil olvidar aquellas cejas espesas. También era motivo de asombro encontrar a Dimas, que en un principio no iría con nosotros, aunque lo mar raro era como no había adelantado... Me presenté ante todos, le di la mano al Peregrino Gris y a los dos enanos y me incliné ante Sárelle. Los elfos se impacientaron y comenzaron las explicaciones. La cosa era más difíciles de lo imaginado, ahora también podría haber alguien que dirigiera a los orcos y encima parecía haber tumularios. Me estremecí, en Bree se hablaba de los tumularios entre susurros y se comentaba que solo los podía derrotar Tom Bombadil. Los elfos terminaros su historia y partimos, no podíamos perder tiempo. Caminamos durante un largo trecho, en el cual pregunté a Sárelle porqué estaba allí: [quote]Eres la primera mujer que veo armada como un soldado. En Rohan no es algo muy común. ¿Cómo es que estás aquí?[/quote] Estubimos hablando durante un rato, hasta que decidimos acampar cuando Rúmil vio las montañas. Nos acostamos dejando a Abârmil de guardia y pensando en lo que nos habían dicho los elfos.