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Entaguas
Entaguas
Desde: 21/04/2005

#1 Respondiendo a: Entaguas

Sí, con letras grandes, para que nadie se le pase .
Bueno, con la anterior aventura pasada terminada ya, me gustaría intentar hacer otra aventura, esta vez esperando un poco más de participación femenina también.
El sistema de representación sera igual que en la anterior aventura, esta vez voy a...

NARRACIÓN 14ª - (GRUPO 2º)

Según avanzaba el día, Burzumgad y el resto se dieron cuenta de lo monótona que estaba siendo la marcha de los uruks. Estaban muy callados, serios y avanzaban todos al mismo paso, y ni si quiera una palabra salía de sus bocas. Entre este aburrimiento, el lugar empezaba a oscurecerse por la llegada de la noche. En ese momento, llegaron a oír que había cierto jaleo alante, y aunque desde su posición no podía ver lo que pasaba, oyeron un aullido:
[quote]- ¿Radolf, estás seguro de que es eso cierto?- dijo la voz del uruk Leandro.
- ¡Por supuesto!- dijo una voz maligna y oscura- ¡El senado se arrodilla ante tus pies, Leandro, y te nombrarán Cónsul!
- ¡Consúl! ¡Seré el Comandante en Jefe de todos los ejércitos! ¿Oye, tienes noticias de ese tal Bronceliande?
- No lo sé. Sígueme- y tras esto, oyó un gran aullido, y como Leandro nombraba jefe de aquella compañía a un tal Khafeg.[/quote]
Maelor llegó a ver como Leandro se iba montado en un gran lobo negro.
El resto del viaje no llegó a pasar nada de gran importancia. El anochecer llegó, y echaron todos en un rincón, y aunque no les prestaban atención mientras parecían montar un pequeño campamento y hacían incluso una empalizada con matas y troncos podridos, eran suficientes como para darse cuenta de su huida. La noche continuó, los uruks parecieron emborracharse y se durmieron, dejándolos arrinconados en el campamento, y se olvidaron al parecer de ellos. Y aunque estaban atados, quizás podían escapar, y cuando estaban acordando la escapada, una voz femenina sonó a sus espaldas.
[quote]- No escapéis. Radolf ha puesto lobos en los alrededores. No llegaréis muy lejos.
- ¿Qué? ¿Quién eres tú?- dijo cindor confuso intentando ver a la oscura figura femenina. Otras dos figuras masculinas surgieron a su lado, y con voz serena hablaron:
- Escuchadme, os ayudaremos a escapar de aquí, si vosotros nos prometéis hacernos un favor.
- ¿Pero qué demon...?- decía Burzumgad confuso.
- Ya luego todo se dirá. Escuchadme, mejor que no escapéis ahora. Khafeg es un sanguinario estúpido. Nosotros no podemos atacarles, son muchos y muy espabilados, pero si conseguís que haya peleas entre ellos cuando vayan caminando... yo y mis hombres les podríamos emboscar y conseguir que escapéis.- continuó la voz femenina.
- ¿Qué? ¿Pero quiénes sóis?- dijo Gilford.[/quote]
Nadie contestó. Las figuras se habían desvanecido. ¿Había sido una alucinación? ¿Que harían?
¡Oh Orofarnë, Lassemista, Carnimirië!
¡Oh hermoso fresno, sobre tu cabellera qué hermosas son las flores!
¡Oh fresno mío, te vi brillar en un día de verano!
Tu brillante corteza, tus leves hojas, tu voz tan fresca y dulce:
¡qué alta llevas en tu cabeza la corona de oro rojo!
Oh fresno muerto...