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ulbar
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Desde: 22/09/2006

#30 Respondiendo a: Findon

Narración 21

Los días continuaban, algunos más lentos y tediosos que otros, pues el viaje era largo. Las lluvias no eran tan frecuentes como antes y el frío fue un poco más clemente con el grupo, aunque seguia siendo bastante duro. Al fin, un día, Ulbar miró en derredor como recordando y exclamó:...

Accion

Henos aqui una vez mas cabalgando. Ya quedo atras la corriente Mering. Avanzamos veloces por las tierras de Anorien mientras nuestrosw caballos devoran las millas que nos separan de nuestra meta. Yo voy mirando al frente y digo. -¡Animo compañeros!. Realmente, estamos en Gondor desde que cruzamos el vado del Isen. La proxima vez, haremos el viaje en barco o bien, seguiremos por el sur siguiendo la costa de Anfalas . -Sonrio ante tan grata perpesctiva y añado. -Creedme, puede ser un viaje mucho mas divertido. -Seguimos con nuestra galopada durante otro par de dias y al fin, un atardecer los rayos del sol se reflejan en las ciclopeas piedras de la Torre del Sol. La ciudad de Anarion, hijo de Elendil. Nuestra meta se va aproximando y yo, milla a milla voy enumerando las excelencias de la deliciosa cerveza del sur. Con lo cual, voy suscitando las sonrisas de mis compañeros. -Deja ya de ponernos la miel en los labios, aunque espero que no hagamos otro espectáculo de demolición como en Mithlond. -Acabo diciendo Aravir. Y yo, tras reir por el comentario, replico. -Amigo mio, puedes creerme. Las construcciones de Gondor son algo mas resistentes que las de los puertos grises. No en vano Gondor significa tierra de piedra en la noble lengua. ¡Adelante!. -Añado. -¡Ya nos falta muy poco!. Y he aqui que al fin cruzamos las recias puertas custodiadas por altas torres de Minas Anor. Y avanzamos por la ciudad de Anarion despertando la curiosidad de sus habitantes. Avanzamos al trote nivel tras nivel hasta llegar al septimo cinturon amurallado. Alli, nos detenemos cerca de un alargado edificio. Las cuadras. Varios mozos se nos aproximan para hacerse cargo de nuestros caballos. Y yo, tras desmontar, digo. -Tratadlos con respeto. Pues lo merecen. Nos han traido y soportado desde los Puertos Grises en el norte. - Uno de los mozos asiente al oir mis palabras y replica. -No os preocupeis. Aqui encontraran el descanso que merecen. - Y yo, asiento mientras sonrio satisfecho. En ese momento, se nos acerco hasta nosotros un guardia vestido totalmente de negro. En el pecho de su tunica, pudimos ver todos la efigie del arbol blanco, descendiente del hermoso Galathion. Y en su casco de alta cimera, destacaban dos alas de gaviota simbolo de los reyes venidos del mar. -El guardia nos miro de arriba a abajo y nos pregunto. -¿Que es lo que quereis?. Pues he aqui que estais en la antesala de los reyes. Esta es su ciudad y debeis saber, que no todo el mundo es bienvenido aqui. -Tras escuchar al guardia, Findon, nuestro solemne lider, replica. -Has de saber, que todos somos guerreros de los pueblos libres. Y que una mision nos ha conducido ante las puertas de los hijos de Anarion. Llevadnos a ver al Rey. Pues hemos de informar de la caida de Fornost y la ruina de Arthedain. -El guardia nos vuelve a mirar con mayor respeto y replica. -Informare de vuestra peticion a mis superiores. Esperad unos instantes aqui. -Y poco despues, el guardia acompañado por otros tres de sus compañeros, aparece para guiarnos hasta la sala de audiencias del Rey Earnil, herededo de Anarion. En silencio le acompañamos. Cruzamos la explanada ante el palacio de los reyes y nos vamos acercando a las puertas. Y todos podemos contemplar en todo su esplendor en medio de la explanada el arbolblanco de Gondor. Simbolo indiscutible del remoto parentesco de los reyes de estirpe numenoreana con la casa gobernante de los nobles noldor tanto aqui en la Tierra Media como, incluso, en la propia Valinor. Finalmente, los guardias se detienen ante las puertas del palacio y dos de ellos las abren. El guardia que antes nos habia hablado nos mira ahora y dice. -Adelante, podeis pasar. El Rey de Gondor os espera. - Y todos avanzamos cubiertos por el polvo de las largas jornadas a traves de una amplia sala echa en marmol blanco brillante por la luz que se filtraba a traves de las multiples ventanas. Avanzamos dejando atras una hilera de columnas en medio de las cuales, se pueden ver las efigies de los Reyes de Gondor desde Elendil, Isildur y Anarion. Y al final de la sala, esperandonos sentado en su trono ante el estandarte del arbol blanco y las siete estrellas, se halla Earnil. Rey de Gondor. Heredero de Anarion. Comandante supremo de los ejercitos de Gondor y vencedor de las grandes guerras contra los Auriguidas. Asu derecha, de pie y con una mirada arrogante, se encuentra Earnur, su hijo y principe del Reino. Y a los lados de ambos, podemos ver a varias personas mas todas, sin duda, miembros del consejo del Rey. El Rey continua observandonos por unos segundos y, finalmente, dice. -Hablad, decidme como se hallan mis parientes Arvedui, Firiel, su reina hija de Ondoher y su hijo, el principe Aranrath. Pues ya he intentado obtener noticias por otros medios. Pero he aqui que solo el silencio surge de la que todo lo ve. -Yo, tras escuchar al mi Rey, me giro un poco y, mirando a mis compañeros con una leve sonrisa, digo. -Bueno, ¿quien empieza?.
Aunque tarde o temprano todas las cosas hayan de perecer, a Gondor no le ha llegado todavia la hora. No, aun cuando todos los muros sean conquistados por un enemigo implacable, Gondor jamas caera bajo el dominio del Señor Oscuro.