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(Me salto el viaje, si no importa)
La historia de Findon no me sorprendió, ya que yo también luché en Fornost. Salimos de aquella sala, y salimos al patio. Un arbol blanco se mece en medio del patio, custodiado por seis guardias. Bajamos un par de niveles y nos acercamos a un edifico blanc...
Narración 22
En la taberna el ambiente era acogedor, y un peculiar olor inundaba toda la estancia. El grupo tomó asiento en una mesa cerca de rincón. En un instante todos tienen una jarra de cerveza delante de las narices, y Ulbar no pierde el tiempo de empezar a tragar. Cada cual a su ritmo disfrutan de la bebida y del ambiente de la taberna. Amorth mira perplejo el ritmo con el que Ulbar bebe cerveza tras cerveza tras cerveza.
-Traigame una cerveza oscura –dice Ibaldoin que parece estar maquinando algo. –Ulbar –dice dirigiéndose al ocupado gondoriano.
-¿Sí? –responde este entre sorbo y sorbo.
-¡Te reto! –estas palabras hacen que Ulbar sonría de una forma muy extraña y se prepara para comenzar con el concurso.
Aravir se lleva las manos a la cabeza:
-Pero Ibaldoin, ¿sabes lo que has desatado? –pero este no parece percatarse de la gravedad de la situación
.
Llaman al tabernero para que traiga más cerveza y se presenta sólo con otras dos.
-¿Dos nada más? Más bien tráete doscientas –logra decir Ulbar precipitadamente entre trago y trago de su jarra. El tabernero mira a los dos concursantes con un aire entre preocupado y extrañado.
Tras varios minutos, la mesa que ocupaba el grupo se llena de jarras vacías y hacen falta dos camareras para llevarse jarras vacías de la mesa.
-¿Alguien está llevando la cuenta? –pregunta Findon.
Se hace el silencio momentáneamente, y de un lado de la mesa se oye un susurro:
-Van empatados a 25. –es Namsis que aunque parece estar a otra cosa no pierde detalle. Los dos concursantes que se habían quedado parados por un momento para escuchar el resultado comienzan de nuevo a engullir.
-¿No resultaría más fácil con un embudo? –dice una voz de la multitud que contempla con algún que otro vítore la batalla
.
-Esto es inhumano –comenta otra voz.
-Sí, pobre cerveza –ríe Aravir.
En la taberna el ambiente era acogedor, y un peculiar olor inundaba toda la estancia. El grupo tomó asiento en una mesa cerca de rincón. En un instante todos tienen una jarra de cerveza delante de las narices, y Ulbar no pierde el tiempo de empezar a tragar. Cada cual a su ritmo disfrutan de la bebida y del ambiente de la taberna. Amorth mira perplejo el ritmo con el que Ulbar bebe cerveza tras cerveza tras cerveza.
-Traigame una cerveza oscura –dice Ibaldoin que parece estar maquinando algo. –Ulbar –dice dirigiéndose al ocupado gondoriano.
-¿Sí? –responde este entre sorbo y sorbo.
-¡Te reto! –estas palabras hacen que Ulbar sonría de una forma muy extraña y se prepara para comenzar con el concurso.
Aravir se lleva las manos a la cabeza:
-Pero Ibaldoin, ¿sabes lo que has desatado? –pero este no parece percatarse de la gravedad de la situación

Llaman al tabernero para que traiga más cerveza y se presenta sólo con otras dos.
-¿Dos nada más? Más bien tráete doscientas –logra decir Ulbar precipitadamente entre trago y trago de su jarra. El tabernero mira a los dos concursantes con un aire entre preocupado y extrañado.
Tras varios minutos, la mesa que ocupaba el grupo se llena de jarras vacías y hacen falta dos camareras para llevarse jarras vacías de la mesa.
-¿Alguien está llevando la cuenta? –pregunta Findon.
Se hace el silencio momentáneamente, y de un lado de la mesa se oye un susurro:
-Van empatados a 25. –es Namsis que aunque parece estar a otra cosa no pierde detalle. Los dos concursantes que se habían quedado parados por un momento para escuchar el resultado comienzan de nuevo a engullir.
-¿No resultaría más fácil con un embudo? –dice una voz de la multitud que contempla con algún que otro vítore la batalla

-Esto es inhumano –comenta otra voz.
-Sí, pobre cerveza –ríe Aravir.
"La vida tiene el sentido que nosotros le damos y en ello reside la grandeza del hombre" -Friedrich Nietszche.