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Desde: 22/09/2006

#39 Respondiendo a: Namsis

Acción

Tras volver ascender un par de niveles de la ciudad, llegamos hasta una taberna con una puerta de madre cerrada y un cartel sobre la puerta. Desde las ventanas abiertas ya podemos oír las conversaciones ruidosas de la gente y el olor a comida. Cruzamos el umbral y nos sentamos en una mesa ce...

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En el quinto nivel de Minas Anor, al fin ecuentro una taberna que me satisface. Entramos en ella, yo el primero de todos, y sonrio de forma caracteristica pues ya era hora de que pisaramos alguna taberna. Pero antes de que pueda iniciar mi pasatiempo favorito, hasta mi llega la voz de nuestro enano joyero. - Ulbar… ¡Te reto!. -Yo rio al escucharle y, naturalmente, acepto el desafio. Pronto comienzan a traernos jarras y jarras de deliciosa cerveza negra. Y, como si de batallones de ocos se tratara, conforme va llegando las jarras, van sucumbiendo ante nuestro joyero andeante y ante mi. Pronto los parroquianos de la taberna se dan cuenta de la situacion. Algunos me animan mi, otros a nuestro joyero andante. Y yo, sigo bebienmdo sistematicamente jarra tras jarra. Es algo que me he ganado. Hasta mi llegan las voces de mis compañeros comentando la jugada. - ¿Alguien está llevando la cuenta? –pregunta Findobn, nuestro asombradolider.
- Van empatados a 25.- contesta Namsis con su surruro caracteristico. Yo los escucho y sonrio. Ralmente, me da lo mismo el numero de jarras caidas. Me da lo ismo el alboroto que bulle a mi alrededor. Y tambien me da lo msmo, quien resulte vencedor en este duelo. Solo se que no importa cuantas jarras me haya bebido. Siempre que termino una, otra ocupa su lugar. Y eso es algo que me satisface. Continuo bebiendo, dsfrutando de la cerveza y de la compañia hasta que, de pronto, todos oimos una voz en medio de la algarabia. Saludos, soy Arundil capitán de los puertos de Minas Anor. El rey me informo de vuestra llegada y de las nuevas que portáis. Mis hombres están preparando todo para partir…- Yo miro en direccion hacia la voz y, al reconocer a su dueño, termino mi jarra de un solo trago y me levanto cuadrando me de inmediato. Y, al levantarme, derribo tanto la mesa como a nuestro joyero ambulante. El estruendo de las jarras derribadas sorprende a todos. Y, por unos instantes, se hace el silencio en la taberna. Aravir y Amroth corren a ayudar a nuestro joyero beodo y tambaleante y, como pueden, le ayudan a recuperar la verticalidad. Hasta mi llega la voz de nuestro joyero beodo ue pregunta.- - Hip…güeno ¿zeguimos?- Tambien escucho a Findon, nuesto responsable lider, el cual añade. - Si en algo podemos ayudar, cuenta con nosotros.- Pero Arundil, me continua mirando y, con una leve sonrisa, dice -Vaya. Asi que el hijo prodigo ha vuelto. Espero que, esta vez, no tengas que acabar cruzando el Anduin a nado con una compañia de guardias de Pelargir persiguiendote. -Esa frase hace que sonria y, mientras continuo en posicion de firmes, replico. - No es culpa mia que el señor de Linhir sea tan protector con su hija. -Y ambos reimos recordando cierto asunto con una bella dama por en medio, una compañia de guardias tambien, y, como no, con una huida espectacular. Despues, con la seriedad recuperada, Arundil dice.- mientras me gustaría que me acompañarais para que me expliques con detalle como se encuentra la fortaleza- continuo señalando a un soldado que portaba varios mapas enrollados bajo el brazo.- Ya que vosotros estuvisteis allí, me seréis de gran ayuda. -Y yo, asiento y digo. -Sera
mejor que esto quede claro lo antes posible. -Hago un gesto a uno de los hombres que acompañan a Arundil y, este, despliega un plano encima de la mesa que ha vuelto a ser colocada. Todos nos inclinamos sobre el plano. Ahora, en la taberna corren otra clase de rumores. Rumores de guerra. Y todos los Gondorianos que se hallan presentes, murmuran diferentes puntos de vista sobre la opinion general. La cual es, naturalmente, que Gondor va a aplastar una vez mas todo aquel que ose desafiarle. Inclinado sobre el plano, yo digo. -Fornost cayo. Y en ingun momento pudimos organizar un coontraataque pra poder liberarla. A estas alturas, el enemigo debe haberla ocupado y convertido en su cuartel general. Nosotros nos tuvimos que separar del Rey Arvedui en el curso de una persecucion. Conseguimos llegar a los Puertos Grises y, alli, recibimos la orden de llegar a Gondor para informar al Rey Earnil de la situacion. - Alzo entonces la cabeza y continuo diciendo. -Y la situacion es, realmente, preocupante. El enemigo es potente y numeroso. La caida de Arthedain, creo yo, es solo el primer paso en sus objetivos. El siguiente, sera sin duda el asalto de los Puertos grises. Hemos de llegar hasta el norte a tiempo y con tropas suficientes como para detener de una vez por todas al Rey brujo de Angmar. - Y todos mis compañeros se muestran de acuerdo con mi opinion. Ha llegado la hora de devolverle el golpe a la escoria de Angmar. Arundil continua mirando el plano y dice. -En ese caso, solo tenemos una opcion. Movilizar a una parte de la armada de Pelargir y, transportar en ella al ejercito. -Nos mira a todos entonces y añade. -Os agradezco vuestra premura en llegar hasta Minas Anor. Ahora, nuesta prioridad es ser todo lo rapidos que podamos. -Arundil mira entonces el suelo de la taberna y sonrie al ver la montaña de jarras vacias y medio rotas que hay alli. Me mira a mi entonces y dice. -Ya se de sobra que esto es solo el principio de lo que tu consideras una diversion saludable. No obstante, debo pedir a tus compañeros y a ti que descanseis ya. Pues quisiera que mañana mismo partierais hacia Pelargir. Presentaos en el edificio del Almirantazgo. Decid que vais de mi parte pues ya os estaran esperando. Esta misma noche, pienso mandar un correo Anduin abajo para pedir que la armada sea puesta en alerta. - Y yo, miro a mis compañeros y digo. -¿Que os parece?. Creo que, al final, vamos a tener que volver al norte. -Sonrio entonces y añado. -Parece que esta guerra, todvia no ha terminado para nosotros.
Aunque tarde o temprano todas las cosas hayan de perecer, a Gondor no le ha llegado todavia la hora. No, aun cuando todos los muros sean conquistados por un enemigo implacable, Gondor jamas caera bajo el dominio del Señor Oscuro.