Ver publicación ([2011] Partida de rol: La Cuarta Edad.)
Ver tema#10 Respondiendo a: Fabio Silva
Muy bien, pues ahora os detallaré nuestra primera misión:
Debemos partir de Minas Tirith a Ithilien, donde el enemigo ataca. La cosa se complica y pronto el enemigo llegará a Osgiliath.
Ahumado, Endyr, tomad todo lo que necesitéis. Partimos de inmediato.
-Tras las puertas de la ciudad blanca...
Partimos a todo galope hacia Osgiliath, con Dónaed a la cabeza seguido por Endyr montada sobre su yegua Elbereth, dejado la ciudad blanca, llendo en dirección hacia la oscura cordillera de Ephel Duath. Las tropas gondorianas habían caido en el extremo septentrional de Ithilien y el ejercito de Saruman avanzaba con la velocidad del viento.
Osgiliath fue reconstruida y fortalecida sus murallas con la ayuda de los Enanos,que dejaron su cello en ellas con hermosos arcos hechos de plata y oro. La luna bañaba las torres y cupulas de Osgiliath, haciendolas relucir como si una legión de estrellas hubiera decendido de los cielos, en contraste con la sombra que se levantaba desde Mordor.
Me sentia inquieto, los generales nos informaron que un ejercito de Orcos y Wargos venian desde el norte y sobre el Anduin extrañas criaturas hibridas que nunca habían visto antes.
-Un soldado sobreviviente contó haber visto un nuevo terror sobre las aguas, nunca antes habpia oido hablar de ellas, debemos prepararnos para lo peor.-Dijo el General de las Tropas de Osgiliath.-
10.000 gondorianos se proponinan defender la ciudad contra 15.000 enemigos via tierra y una oscura Sorpresa de Saruman, los tambores orcos se escuchaban a la lejania, la primera fila estaba hecha exclusibamente de Wargos, cuyos ojos resplandecian en la oscuridad como una hueste de flamas amarillas, oprimiendo el corazón.
Yo observaba apoyado en mi vara, parecia un viejo cansado y fatigado por los años, algunos soldados me lanzaban miradas incredulas.
-Conocimos a Mithrandir, un anciano sabio que despedia una presencia imponente, pero este viejo es una burla. Dicen que pertenece a la orden de los Magos, pero miren... apenas puede mantenerse en pie.-Susurraban entre ellos.
Se hizo el silencio... el enemigo estaba al frente de la muralla oriental, las espadas afiladas y las lanzas de los orcos chocaban contra sus escudos originando un ruido metalico intimidador que cadaba vez se hacia más alto. Alaridos y aullidos desgarraron la serenidad de la noche... esa noche el suelo hiba a recibir mucha sangre... Levante mi vara y lanzo un destello que ciega a los wargos. los gondorianos aprobecharon y lanzaron una lluvia de flechas derribando a varios enemigos.
La batalla comenzo.
Osgiliath fue reconstruida y fortalecida sus murallas con la ayuda de los Enanos,que dejaron su cello en ellas con hermosos arcos hechos de plata y oro. La luna bañaba las torres y cupulas de Osgiliath, haciendolas relucir como si una legión de estrellas hubiera decendido de los cielos, en contraste con la sombra que se levantaba desde Mordor.
Me sentia inquieto, los generales nos informaron que un ejercito de Orcos y Wargos venian desde el norte y sobre el Anduin extrañas criaturas hibridas que nunca habían visto antes.
-Un soldado sobreviviente contó haber visto un nuevo terror sobre las aguas, nunca antes habpia oido hablar de ellas, debemos prepararnos para lo peor.-Dijo el General de las Tropas de Osgiliath.-
10.000 gondorianos se proponinan defender la ciudad contra 15.000 enemigos via tierra y una oscura Sorpresa de Saruman, los tambores orcos se escuchaban a la lejania, la primera fila estaba hecha exclusibamente de Wargos, cuyos ojos resplandecian en la oscuridad como una hueste de flamas amarillas, oprimiendo el corazón.
Yo observaba apoyado en mi vara, parecia un viejo cansado y fatigado por los años, algunos soldados me lanzaban miradas incredulas.
-Conocimos a Mithrandir, un anciano sabio que despedia una presencia imponente, pero este viejo es una burla. Dicen que pertenece a la orden de los Magos, pero miren... apenas puede mantenerse en pie.-Susurraban entre ellos.
Se hizo el silencio... el enemigo estaba al frente de la muralla oriental, las espadas afiladas y las lanzas de los orcos chocaban contra sus escudos originando un ruido metalico intimidador que cadaba vez se hacia más alto. Alaridos y aullidos desgarraron la serenidad de la noche... esa noche el suelo hiba a recibir mucha sangre... Levante mi vara y lanzo un destello que ciega a los wargos. los gondorianos aprobecharon y lanzaron una lluvia de flechas derribando a varios enemigos.
La batalla comenzo.
Los largos años han pasado como rápidos sorbos de dulce néctar en los grandes salones más allá del Oeste, bajo las azules bóvedas de Varda...