Ver publicación (Las armas de la Compañía)
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Quizás nadie lo vea, y por tanto nadie lo lea, pero aun así hago este post para dejar constancia de las armas y herramientas que llevaban los miembros de la Comunidad en el libro, ya que las películas con toda seguridad hacen que la mayoría de nosotros tienda a pensar en algo que en realidad no fue.
-Aragorn: nunca llevó una espada que no fuera Nársil/Andúril. Cuando los hobbits lo encontraron, en su vaina solo lleva la empuñadura de Narsil, no lleva una segunda espada (de empuñadura verde, como en la peli). Tampoco hay constancia de que llevara arco y flechas. Al salir de Rivendel, su única arma era Andúril re-forjada, y aquí sí que es seguro que ya no llevaba arco. Más tarde, en Lórien, Celeborn no le dio una daga curva, sino que le dio una vaina super bonita y ornamentada para guardar a Andúril en ella.
-Gandalf: Bastón y Glamdring, pero cuando volvió como Gandalf el Blanco llevó siempre la espada sin la vara. Siendo el Blanco, usaba los conjuros con la palma de la mano (véase cuando rescata a Faramir y los de Osgiliath).
-Boromir: Espada, escudo y cuerno. Pero no puñal (que en la peli también usa Aragorn...).
-Legolas: Arco y UNA SOLA daga (puñal), que además llevaba en el cinto y no en la espalda. Las flechas se le agotaban a menudo y tenía que coger las que podía de los enemigos abatidos. Por cierto, que Legolas en Rohan cabalgaba sin silla ni riendas, al estilo Sombragrís.
-Gimli: Cota de malla y una sola hacha, no cuatro o cinco.
-Frodo: Dardo y cota de mithril.
-Hobbits: Espadas que sacaron de la Quebrada de los Túmulos, no se las dio Aragorn en Amon Sûl.
Quizá no tenga mucha relevancia aclarar todo esto, pero me parecía importante, por si alguien anda despistado. Por cierto, las espadas élficas no son curvas, como han puesto a Orcrist o las de la Última Alianza. Son todas de doble filo, como las de Aragorn o Boromir. Los únicos que usaban espadas curvas (cimitarras) eran los Orcos y los Hombres del Este y del Sur, junto con los de la Primera Edad. No los de las Tres Casas, sino los que traicionaron a Maedhros, como quiera que se llamen esos.
Saludos.
-Aragorn: nunca llevó una espada que no fuera Nársil/Andúril. Cuando los hobbits lo encontraron, en su vaina solo lleva la empuñadura de Narsil, no lleva una segunda espada (de empuñadura verde, como en la peli). Tampoco hay constancia de que llevara arco y flechas. Al salir de Rivendel, su única arma era Andúril re-forjada, y aquí sí que es seguro que ya no llevaba arco. Más tarde, en Lórien, Celeborn no le dio una daga curva, sino que le dio una vaina super bonita y ornamentada para guardar a Andúril en ella.
-Gandalf: Bastón y Glamdring, pero cuando volvió como Gandalf el Blanco llevó siempre la espada sin la vara. Siendo el Blanco, usaba los conjuros con la palma de la mano (véase cuando rescata a Faramir y los de Osgiliath).
-Boromir: Espada, escudo y cuerno. Pero no puñal (que en la peli también usa Aragorn...).
-Legolas: Arco y UNA SOLA daga (puñal), que además llevaba en el cinto y no en la espalda. Las flechas se le agotaban a menudo y tenía que coger las que podía de los enemigos abatidos. Por cierto, que Legolas en Rohan cabalgaba sin silla ni riendas, al estilo Sombragrís.
-Gimli: Cota de malla y una sola hacha, no cuatro o cinco.
-Frodo: Dardo y cota de mithril.
-Hobbits: Espadas que sacaron de la Quebrada de los Túmulos, no se las dio Aragorn en Amon Sûl.
Quizá no tenga mucha relevancia aclarar todo esto, pero me parecía importante, por si alguien anda despistado. Por cierto, las espadas élficas no son curvas, como han puesto a Orcrist o las de la Última Alianza. Son todas de doble filo, como las de Aragorn o Boromir. Los únicos que usaban espadas curvas (cimitarras) eran los Orcos y los Hombres del Este y del Sur, junto con los de la Primera Edad. No los de las Tres Casas, sino los que traicionaron a Maedhros, como quiera que se llamen esos.
Saludos.
"-Toma ahora este Anillo -le dijo-, porque trabajos y cuidados te pasarán, pero él te apoyará en todo y te defenderá de la fatiga. Porque éste es el Anillo del Fuego, y quizá con él puedas reanimar los corazones, y procurarles el valor de antaño en un mundo que se enfría. En cuanto a mí, mi corazón...