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Conozco y visito esta página desde hace muchos años. Durante un tiempo fue una referencia en cuanto a los libros de Tolkien y las películas de Peter Jackson, el sitio que había que visitar si querías estar al día.
Ahora, por desgracia, es una triste sombra de lo que fue. Cuatro mensajes en el foro en lo que va de año, la última noticia de hace más de medio año... Lo que hace años era una película frenética, ahora es poco más que una foto fija. Y da mucha pena.
Quizá, y solamente es mi humilde opinión, ha llegado de despedirse, de echar el cierre, de decir "fue bonito mientras duró", hacer una reverencia y marcharse dignamente. Igual que pasa con un ser querido, es muy triste ver como va languideciendo hasta apagarse. Alguien tendría que apiadarse, desconectarla de los aparatos que la mantienen en una vida vegetativa y cerrarle los ojos.
Quizá, ¿quién sabe?, de sus cenizas renacería un nuevo proyecto, diferente, más ilusionante. O quizá no. Porque el mundo Tolkien está volviendo, lentamente, a lo que fue durante muchos años: un puñado de jóvenes un poco locos que se perdieron en la Tierra Media viajando por las páginas de un maravilloso libro. La única diferencia es que muchos de esos "jóvenes" ya peinan canas (los afortunados, porque algunos no necesitan ni peinarse). Algunos intentamos transmitir el testigo a nuestros hijos, me consta que alguno a sus nietos, y les hablamos de una página que era una pasada, en la que disfrutamos, aprendimos, discutimos y nos reímos... pero que nos resistimos a enseñársela. Se diría que por pudor.
Ahora, por desgracia, es una triste sombra de lo que fue. Cuatro mensajes en el foro en lo que va de año, la última noticia de hace más de medio año... Lo que hace años era una película frenética, ahora es poco más que una foto fija. Y da mucha pena.
Quizá, y solamente es mi humilde opinión, ha llegado de despedirse, de echar el cierre, de decir "fue bonito mientras duró", hacer una reverencia y marcharse dignamente. Igual que pasa con un ser querido, es muy triste ver como va languideciendo hasta apagarse. Alguien tendría que apiadarse, desconectarla de los aparatos que la mantienen en una vida vegetativa y cerrarle los ojos.
Quizá, ¿quién sabe?, de sus cenizas renacería un nuevo proyecto, diferente, más ilusionante. O quizá no. Porque el mundo Tolkien está volviendo, lentamente, a lo que fue durante muchos años: un puñado de jóvenes un poco locos que se perdieron en la Tierra Media viajando por las páginas de un maravilloso libro. La única diferencia es que muchos de esos "jóvenes" ya peinan canas (los afortunados, porque algunos no necesitan ni peinarse). Algunos intentamos transmitir el testigo a nuestros hijos, me consta que alguno a sus nietos, y les hablamos de una página que era una pasada, en la que disfrutamos, aprendimos, discutimos y nos reímos... pero que nos resistimos a enseñársela. Se diría que por pudor.