Ver publicación (¿Debe decir adiós ElFenomeno?)

Ver tema

Leandro
Leandro
Desde: 04/11/1999

#1 Respondiendo a: Ælfwine

Conozco y visito esta página desde hace muchos años. Durante un tiempo fue una referencia en cuanto a los libros de Tolkien y las películas de Peter Jackson, el sitio que había que visitar si querías estar al día.

Ahora, por desgracia, es una triste sombra de lo que fue. Cuatro mensajes en el for...

Para nada XD

Pues no, para nada. Esta página tiene mucho contenido que no quiero que se pierda, mucha historia y muchas colaboraciones de un montón de gente (fans de Tolkien, como nosotros) que no quiero que desaparezca. Sí, el ritmo de la web ha bajado. ¿Y qué? ¿Tiene que ser siempre una locura que nos mantenga hiperactivos? Con el paso de los años he aprendido a apreciar la tranquilidad y la calma.

Hace años me gustaba ir a la playa cuando había gente, cuando estaba animado. Ahora prefiero el amanecer o el atardecer, cuando no hay nadie, para disfrutar a solas de la arena y el mar. ¿Por qué alguien querría cerrar la playa a esas horas? Pues lo mismo opino sobre cerrar elfenomeno.

Y aquí tengo que romper una lanza a favor de lo que ha dicho nuestra Elfa Árwena: la web no es solo el foro. En el último año y medio se han metido cientos (CIENTOS) de fichas en la fenopaedia. ¿Crees que ahora es el momento de cerrar? ¿No crees que estaría mejor explorar qué más podría ofrecer?

Esta es una web de otra época. Ahora todo pasa por Facebook, Twitter, Instagram... las grandes redes sociales, con su velocidad de respuesta, notificaciones y demás. Nos podemos adaptar, o podemos dejar la web como un almacén de conocimiento, como un libro que cualquiera puede releer cuando le dé la gana. Pero ¿quemar el libro? Ni de broma, vamos.

Gracias por tu opinión. No la comparto, pero te agradezco tu preocupación. Eso sí, preferiría que, en lugar de proponer cerrarla, propusieras cómo animarla de nuevo. Eso sí sería constructivo.

Un saludo
El corazón de los hombres a menudo no es tan malo como sus actos, y rara vez tan malo como sus palabras. (J.R.R. Tolkien)