La casa de Beorn esta vacía, la puerta estaba entreabierta y con un poco de miedo ante su reacción me decidí a entrar, pero, no había nadie allí, sus animales tampoco estaban, la chimenea aun ardía, y hacia formas muy raras con la sombra, la comida estaba aun en la mesa, a medio comer, el baso de agua estaba derramado en la mesa, aun caían gotas sobre el suelo de madera, parecía que Beorn había salido con prisa, como sin mirar atrás, como con los ojos llenos de lagrimas, muy raro en el ya lo se, me senté un rato en una silla y juguetee un poco con un amuleto que tenia en la mesa, era verde y estaba atado a una cuerda de cuero negro, lo espere un tiempo pero no aparecía, empezaba a atardecer y me decidí a recoger la mesa y limpiar el suelo y la mesa "Seguro que esto no le gusta a Beorn" pensé, ojala hubiera entrado por la puerta recriminándome como siempre con su vozarrón, seguro que me invitaba a un te o algo así, pero no lo hizo, no apareció, había un papel en la mesa, un mensaje de alguien que yo no conozco, estaba mojado por grandes lagrimones y un poco arrugado, busque sus armas para confirmar que no había salido de caza, estaban todas, y brillaban mas que nunca, comprobé sus enorme despensa para ver si no había salido de expedición, estaba mas llena que nunca, fui al armario de los mapas, y estaban todos, no se muy bien porque de repente me vi llorando, salí fuera, los árboles estaban llenos de pájaros negros que me miraban, ninguno grazno, ninguno aleteo, y contemple el atardecer mas precioso y multicolor que nunca había visto, los pájaros salieron volando sin orden previa, me acosté enfrente de la puerta de Beorn y me quede dormido, soñé que Beorn y yo reíamos, discutíamos, llorábamos, el sol se estaba poniendo ya..........................................................

(Mensaje original de: beorn)