Ver publicación (Eru vs. Yahve)
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Yahve es cruel y repugnante. Es como un niño caprichoso pero con mucho poder, un principito tiránico. Se enfada por menudencias, exige estupideces, y parece que creó al hombre para que fuese su esclavo, su sirviente. Hace construir altares y prestar adoración a sus siervos. En la iglesia cristiana el ídolo no es amado, sino temido. ¡Portaos bien, pues si no sois sumisos y preguntáis demasiado, ireis al infierno! ¡Los hechiceros, las prostitutas, los licenciosos, al infierno! Temed a Dios por conveniencia, con hipocresía. Cuando el verdadero infierno debería venir por nuestra propia conciencia, adormilada y obnubilada, cuando hagamos algo que dañe a otro. Pues solo así, si fuesemos buenos los unos con los otros porque nos gustase, y no por miedo al castigo (como perros) este sería un mundo bueno.
Una cosa que me llama la atención de Eru es que no lo ha llenado todo de mandamientos ridículos y clérigos hipócritas. Podría pensarse que Eru nos deja casi abandonados, sin guía. Pero prefiero su método, pues así tenemos la opción de encontrarlo nosotros mismos; elegir nuestro camino, no seguir al pastor como ovejitas para agradar a un Dios tiránico porque nos conviene hacerlo.
He aquí una palabras del Rey Arturo cuando era un niño:
(La mención que hizo Merlín de los feroces "Ángeles Satánicos", provocó que innumerables recuerdos de infancia inundaran nuevamente mi mente... recuerdos de sermones sobre infiernos de fuego y espantosos ríos de condenación eterna, que me predicaban los padres de Brychan para salvaguardar mi alma mortal. Cómo les temía... me aterrorizaban, como sin duda ellos querían que fuera así. Y ahora había visitado un lugar que casi igualaba en todos los aspectos a la idea cristiana del infierno: ese territorio donde todos aquellos que no reunían todos los estándares de Cristo eran consignados para toda la eternidad, la culpa... el temor a Dios... los terrores de la condenación eterna, ¿eran aquellos buenos motivos sobre los cuales basar una religión? Los druidas pensaban que no, y yo, habiendo visitado su "infierno" estaba contento por ello. "El Miedo", Merlín me había enseñado, "es el comienzo de toda sabiduría" y ahora veía lo verdadero que era eso!)
Habiendo mantenido esta conversación silenciosa dentro de mi propia mente, me preguntaba cómo la gente podía estar dispuesta a abandonar las viejas enseñanzas druídicas, que profesaban el autocontrol de las vidas, a favor del nuevo dogma cristiano basado casi en el miedo al fracaso y la culpa. Me preguntaba por qué esta obvia diferencia estaba siendo subestimada, hasta que una escritura que había aprendido en la iglesia resurgió con un nuevo sentido. "Muchos son los llamados, pero pocos los escogidos"
(Mensaje original de: Ereinion Gil-galad)
Una cosa que me llama la atención de Eru es que no lo ha llenado todo de mandamientos ridículos y clérigos hipócritas. Podría pensarse que Eru nos deja casi abandonados, sin guía. Pero prefiero su método, pues así tenemos la opción de encontrarlo nosotros mismos; elegir nuestro camino, no seguir al pastor como ovejitas para agradar a un Dios tiránico porque nos conviene hacerlo.
He aquí una palabras del Rey Arturo cuando era un niño:
(La mención que hizo Merlín de los feroces "Ángeles Satánicos", provocó que innumerables recuerdos de infancia inundaran nuevamente mi mente... recuerdos de sermones sobre infiernos de fuego y espantosos ríos de condenación eterna, que me predicaban los padres de Brychan para salvaguardar mi alma mortal. Cómo les temía... me aterrorizaban, como sin duda ellos querían que fuera así. Y ahora había visitado un lugar que casi igualaba en todos los aspectos a la idea cristiana del infierno: ese territorio donde todos aquellos que no reunían todos los estándares de Cristo eran consignados para toda la eternidad, la culpa... el temor a Dios... los terrores de la condenación eterna, ¿eran aquellos buenos motivos sobre los cuales basar una religión? Los druidas pensaban que no, y yo, habiendo visitado su "infierno" estaba contento por ello. "El Miedo", Merlín me había enseñado, "es el comienzo de toda sabiduría" y ahora veía lo verdadero que era eso!)
Habiendo mantenido esta conversación silenciosa dentro de mi propia mente, me preguntaba cómo la gente podía estar dispuesta a abandonar las viejas enseñanzas druídicas, que profesaban el autocontrol de las vidas, a favor del nuevo dogma cristiano basado casi en el miedo al fracaso y la culpa. Me preguntaba por qué esta obvia diferencia estaba siendo subestimada, hasta que una escritura que había aprendido en la iglesia resurgió con un nuevo sentido. "Muchos son los llamados, pero pocos los escogidos"
(Mensaje original de: Ereinion Gil-galad)