siento contradecirte

Yo lo veo menos prosaico, menos obvio. Es como si al ganar la batalla hubiera cambiado intrínsecamente su yo, o se mostrara más claramente su yo como maia, o las dos cosas. O como si un encanterio cegara a los compañeros y al verle de forma más clara (su yo más real) no lo reconocieran. Ahora me voy a pasar un montón, pero ¿me atrevo? es como cuando Jesucristo se aparece a los apóstoles en el camino de Emaús después de la Resurección, que ellos tampoco le reconocen. Y hay algo de poético y de mágico en ese no reconocimiento, porque es volver de la muerte y así mostrar tu ser.
Pido disculpas si esto puede molestar a algún creyente, he intentado ser respetuosa.

(Mensaje original de: saska)