El Mapa del Rey Elessar
Folger es un cartógrafo que se encarga de realizar un mapa de la Tierra Media para el rey Elessar. En el camino se encuentra con una Elfa, Gilwen, que se encuentra en apuros...
Capitulo 1: La asistente del cartógrafo.


25 años después de la caída del Sauron y del fin de la guerra del anillo, el gobierno de Aragorn o sea el rey Elessar ha sido espléndido, justo y el mejor en toda la historia de Gondor; pues resultó que la primera hija de Aragorn y Arwen deseaba ver la tierra media pero, por desgracia, era muy pequeña para ello, por lo tanto deseó ver un mapa de todo y las costumbres de las poblaciones que se encontraran allí.
Aragorn era un padre bondadoso pero descubrió que para tal empresa sería muy difícil de hacer, especialmente por los escasos cartógrafos que existían. Tratando de solucionar el problema el rey decidió pedir la colaboración de todos los hombres de Gondor y Rohan, mas pasaban las semanas y nadie se atrevía a realizar tal trabajo. Una tarde, mientras descansaba de sus tareas y fumando tranquilamente, un joven se le presentó como un cartógrafo. "Demasiado joven y tal vez demasiado novato", pensó Aragorn en fin le cedió la palabra:
-Buenas tardes, Señor... he venido desde Rohan para aceptar el trabajo que usted designa -comenzó un poco nervioso- Estoy dispuesto a viajar e investigar todo de la Tierra Media- el joven comenzaba a tranquilizarse, Aragorn lanzaba grandes bocanadas de humo escuchando atentamente al joven -Sabrás que es una empresa difícil en especial si lo haces con pocos hombre- le advirtió al joven, éste bajó la mirada un poco avergonzado y le contestó -Disculpe rey pero yo no tengo hombres a mi disposición- Aragorn miró sorprendido al joven- Bueno antes de entrar al trabajo o algo relacionado, dime cómo te llamas- dijo para desviar un poco la conversación. El joven alzó la mirada y habló tímidamente - Folger, señor- tras decir esto Aragorn observó mejor a Folger. A diferencia de los de Rohan, él era de cabello oscuro, ojos color café pero piel blanca, de complexión un poco delgada pero alto y firme- Mucho gusto joven Folger-le dijo-pero dime ¿piensas hacer esta travesía solo?- Folger se quedó unos segundos sin aliento pero al fin le contestó -Si, señor, eso creo- Aragorn lo miró largamente - pero... -continuo- Soy muy bueno en mi campo, soy realmente rápido para tomar notas y en especial para ubicarme. No se preocupe por mí, seré capaz de hacer su mapa, Señor Elessar-. Aragorn lanzó un anillo de humo, sin dejar de ver al muchacho, pudo alcanzar a ver dentro de sus ojos una gran ilusión y deseo de realizar este trabajo, alzó su mano para estrechar la mano de Folger, éste un poco desconcertado hizo lo mismo - Entonces te doy mi permiso y mi bendición, adelante Folger ve y realiza ese mapa- Folger miró contento al rey, le hizo repetidas reverencias acompañadas de muchos agradecimientos y salió a toda prisa del palacio. Llevaba una gran sonrisa en la cara y una tremenda felicidad, el gran rey de Gondor le estrechó la mano y no solo eso, ¡le permitió hacer ese mapa dándole su bendición! Folger saltaba de felicidad ante esto y al llegar a la posada donde estaba hospedado empezó a planificar a cómo hacer el mapa, por dónde comenzar y qué hacer primero, además de ubicar lugares perfectos para el descanso y para acomodar sus notas sin ninguna molestia. Pensó que tenía fácil la mayor parte de Gondor y Rohan aparte de contar con algunas cosas de Isengard y Fangorn, pero no tenía absolutamente nada de las Montañas Nubladas y del Bosque Negro: sería algo realmente peligroso, pero trataría de no arriesgarse mucho y sólo ver la geografía. Estuvo toda la noche y la mayor parte de la mañana del día siguiente realizando tales planes por fin hasta la tarde comió y durmió toda la noche, al despertar empacó todas sus cosas en su caballo y se dispuso a salir pero antes fue con el rey para decirle que se disponía a salir. Aragorn como presente le dio un anillo con el emblema de Elendil como señal de su permiso - Que Elbereth te proteja, noble hombre de Rohan- fue lo último que le deseó a Folger. Mientras que Folger salía del palacio la reina Arwen lo miraba desde una torre de Minas Tirith en compañía de su hija -Grandes sorpresas encontrará en su camino y tesoros más valiosos que todo el oro y mithril de la Tierra Media- predijo la Estrella del Amanecer a su hija, en cuanto el joven se perdió de sus vistas, entraron al palacio.
Era pasado del medio día y el día era espléndido no hacía frío y el sol calentaba delicadamente. Folger iba trotando con su caballo "Fëa" tranquilamente, su plan era pasar el río y seguir su camino por las Ciénagas de los Muertos y tratar de pasar Emyn Muil, pero pasar por allí con caballo sería muy difícil. Lo mejor y más largo sería recorrer todo el río hasta encontrar un buen cruce, aparte de que quería ver con sus propios ojo los Argonaths.

Ese día fue tranquilo y verdaderamente pacifico; pudo hacer muchas anotaciones y muchos avances. Todo era perfecto hasta que a la segunda semana desde que partió fue a recoger agua en su cantimplora. Dejó a su caballo cerca del río y mientras realizaba eso creyó escuchar algunos gritos pero no volvió a escuchar nada más. Al terminar y lavarse la cara escuchó otra vez algo raro, movido por la curiosidad dejó a su caballo y fue a investigar que sucedía: más adelante había una gran rama de un árbol rota que fue a dar al río, no vio nada anormal pero siguió investigando. Cerca del árbol había una mochila, una capa, un arco y un cadjat lleno de flechas. Lo más seguro era que había (hubiera) alguien cerca... De pronto recordó la rama y fue a ver: efectivamente una persona estaba abajo del agua apresada por la rama, Folger se dio prisa y movió la rama a pesar de ser muy pesada: Al realizar esto, la persona salió aliviada por aquel suceso respirando profundamente el aire como si nunca en su vida hubiera respirado. -Por Elbereth casi muero, gracias a quien me ha ayudado - habló aun fatigada. Folger miró detenidamente a la persona: era una niña que aparentaba unos 12 o 13 años, de piel blanca, delgada con una trenza dorada y unos ojos negros como la noche. Pero su sorpresa más grande fue ver (que) sus orejas eran de una elfa; algo extraño de ver, en especial tan lejos de tierras de donde viven elfos -Muchísimas gracias caminante, me has salvado la vida- dijo la elfa ya aliviada de tremenda aventura-. Dime ¿Cuál es tu nombre? - Folger se quedó maravillado. Nunca había visto a una elfa tan joven -Folger ¿Y el tuyo?- La elfa sonrió largamente, se sacudió intentando quitarse un poco de agua -Gilwen- dijo. Folger no dejaba de observarla-. Disculpa Gilwen, ¿cuántos años tienes?- le preguntó involuntariamente. La elfa dejó de secarse y contestó alegremente -Tengo 200 (¡Incoherencia! Una Elfa de 200 años es ya plenamente adulta) años-. Dicho esto confirmó que ella era una elfa y muy rara para Folger, ya que los elfos que conocía y que había oído hablar de ellos son sabios y conservadores, muy diferentes a Gilwen. Lo más extraño era de que Gilwen iba sola, no se veían más mochilas o arcos-. Dime Folger, ¿qué hace un hombre como tú por estos lugares?-habló Gilwen-. ¿Dime si puedo ayudarte en algo en recompensa por haberme salvado?- Folger se sonrojó un poco y le contestó -Soy un cartógrafo y estoy en la tarea de realizar un nuevo mapa para el rey Elessar de Gondor-. Dicho esto Gilwen abrió los ojos como que recordando algo. -Creo recordarlo, ese hombre dirigía esa comunidad tan graciosa después de la desaparición de Mithrandir... Cómo me gustaría volver a verlo y a los medianos también- comentó la elfa muy emocionada. Folger miró largamente a Gilwen, -bueno, estoy en camino a las Montañas Nubladas y al Bosque Negro. Necesito datos de allí para completar el mapa- continuó Folger-. Espero encontrar un buen cruce para pasar el río y proseguir mi camino-. Gilwen sonrió cálidamente y con toda naturalidad le contestó: -Ya se qué hacer para recompensarte, te ayudaré a cruzar el río y a terminar tu mapa-. Folger se quedó un poco sonrojado y mirando largamente a Gilwen. Ésta, tomando su silencio como un si, tomó sus cosas y se acercó a Folger. -Vamos, yo te ayudaré - le comentó Gilwen a Folger para que reaccionara. Folger se encogió de hombros y lanzó un gran suspiro. Desde pequeño le habían enseñado a no rehusar algo de una persona de buen corazón, mucho menos si es una dama....elfa. -Pero antes ¿no crees conveniente que primero te seques?-le dijo antes de partir. Gilwen se miró la ropa un poco sonrojada. -Creo que tienes razón- murmuró mientras otro rubor cruzó por su blanca cara. Folger quitó varias cosas de su caballo y comenzó a hacer una fogata, sabía de antemano que un elfo no enfermaba, pero sería más cómodo para ella viajar con la ropa seca que húmeda. Después de quedar solo con su capa y la de Folger, Gilwen colocó su ropa cerca de la fogata y comenzaron a platicar. Gilwen relató que vio una fruta deliciosa en la rama y quiso subir por ella, pero la rama se vino abajo dejándola indefensa en el río. También comentó que ella había conocido a la compañía cuando estuvieron en Lorien. Folger le preguntó la razón de haber salido de Lorien sola pero Gilwen no contestó; simplemente su cara alegre y feliz de hace momentos se tornó fría y triste. Folger lanzó otro suspiro, este viaje sería muy largo y apenas comenzaban los problemas.