El comienzo
Un pequeño relato de corte mitológico que narra la creación del mundo.
Al principio sólo estaban Kubis y los demonios. Kubis deseaba crear una forma de vida, pero sabía que si lo hacía los demonios la destruirían. Kubis tenía poder suficiente para exterminar a todos los demonios juntos, pero no podía hacerlo directamente, sino que antes necesitaba reencarnarse en un cuerpo material, pues a diferencia de los demonios, él era etéreo. Así que creó una espada. La fabricó con roca de meteoro, y luego la impregnó con su esencia. Pero la espada necesitaba un portador.
Después creó la luz, y luego la tierra y el mar. Entonces creó a Nymhilob. Nymhilob era una mujer joven y bella; la más bella que ha existido jamás. Y dijo Kubis a Nymhilob: "Serás la madre de la vida y la madre de todos los hombres. Sólo parirás varones, y cada hijo que concibas te dará más descendencia. Para ello serás inmortal y eternamente joven. Cuando hayas concebido a muchos hombres, éstos formarán un ejército y exterminarán a todos los demonios. Entonces yo crearé a las mujeres y el mundo será un lugar próspero. Ahora, toma esta espada y dásela al primer hijo que concibas".Y Kubis le entregó a Nymhilob la espada que había creado. Pero Nymhilob no sabía que el ejército de hombres sólo era una estrategia alternativa de Kubis por si fracasaba su verdadero plan principal, que era el que tenía que ver con la espada.
El primer hijo de Nymhilob nació por obra divina de Kubis. Se llamaba Atena. A la edad de cinco años, Nymhilob le entregó la espada. Cuando Atena creció, se casó con Nymhilob y tuvo quince hijos con ella. Éstos, a su vez, también tuvieron hijos con ella cuando crecieron. Y también los hijos de los hijos. Y así sucesivamente. Atena estaba locamente enamorado de Nymhilob. Pero Nymhilob no sólo quería a Atena como esposo, sino que estaba unida a él por un fuerte lazo maternal, mucho más fuerte que el que le unía con todos sus posteriores hijos.
Y dijo Kubis a Atena: "Cogerás la espada que te entregó tu madre y esposa y exterminarás a todos los demonios para que yo haga de este mundo un lugar feliz y lleno de vida. Y yo te ayudaré a hacerlo y te protegeré siempre, pues una parte de mí está en esa espada. Ahora ve. Y mi fuerza estará siempre contigo". Atena era un hombre feroz y muy fuerte. Y mucho más fuerte cuando portaba la espada, con la cual era muy diestro. Algunas veces, Atena hablaba con la espada y le pedía consejo. Atena llamaba a la espada "abuelo", pues era el nieto divino de Kubis. Un día marchó a exterminar demonios, tarea a la que se dedicó hasta el fin de sus días. Pero aunque murió de muerte natural, Atena no vivió lo suficiente como para exterminar a todos los demonios, sino que sólo exterminó a la mitad. Cuando Atena murió, su cuerpo desapareció misteriosamente, al igual que su espada.
Siglos más tarde, cuando ya habían nacido muchos hombres, éstos formaron un ejército como plan alternativo para acabar con la otra mitad de los demonios. Pero estos hombres no eran como Atena. Eran mucho más débiles, como los hombres actuales, y la fuerza de Kubis no les acompañaba directamente como a Atena. Nymhilob temía y sufría por ellos, pues todos eran hijos suyos. Los hombres emprendieron la batalla contra los demonios. Pero por más que se esforzaban, los hombres perdían considerablemente. Los demonios no tardaron en aniquilar a la mayor parte de los hombres.
Se cuenta que entonces apareció Atena, furioso por la muerte de sus descendientes, y que llevaba su espada consigo. Atena comenzó a matar demonios sin mesura. Cuando Atena vio cómo los demonios mataron a los últimos hombres que quedaban vivos, enfureció tanto que provocó una gran explosión de la que sólo Nymhilob se salvó. Atena volvió a desaparecer con su espada. Después, Nymhilob se escondió en algún lugar del mundo.
Vio Kubis que en el mundo sólo había destrucción, sangre y cadáveres. Entonces Kubis purificó el mundo y comenzó a crear hombres y mujeres, y así comenzó el mundo tal y como lo conocemos hasta nuestros días.
Se cree que Nymhilob aún permanece oculta en algún lugar que sólo ella conoce, y que de vez en cuando, Atena vuelve del reino de los muertos para visitarla. Algunos hombres dicen que han visto a Nymhilob, y otros más osados dicen que han mantenido relaciones sexuales con ella. Incluso alguien dijo una vez que vio a un hombre conversando con una brillante espada...
Después creó la luz, y luego la tierra y el mar. Entonces creó a Nymhilob. Nymhilob era una mujer joven y bella; la más bella que ha existido jamás. Y dijo Kubis a Nymhilob: "Serás la madre de la vida y la madre de todos los hombres. Sólo parirás varones, y cada hijo que concibas te dará más descendencia. Para ello serás inmortal y eternamente joven. Cuando hayas concebido a muchos hombres, éstos formarán un ejército y exterminarán a todos los demonios. Entonces yo crearé a las mujeres y el mundo será un lugar próspero. Ahora, toma esta espada y dásela al primer hijo que concibas".Y Kubis le entregó a Nymhilob la espada que había creado. Pero Nymhilob no sabía que el ejército de hombres sólo era una estrategia alternativa de Kubis por si fracasaba su verdadero plan principal, que era el que tenía que ver con la espada.
El primer hijo de Nymhilob nació por obra divina de Kubis. Se llamaba Atena. A la edad de cinco años, Nymhilob le entregó la espada. Cuando Atena creció, se casó con Nymhilob y tuvo quince hijos con ella. Éstos, a su vez, también tuvieron hijos con ella cuando crecieron. Y también los hijos de los hijos. Y así sucesivamente. Atena estaba locamente enamorado de Nymhilob. Pero Nymhilob no sólo quería a Atena como esposo, sino que estaba unida a él por un fuerte lazo maternal, mucho más fuerte que el que le unía con todos sus posteriores hijos.
Y dijo Kubis a Atena: "Cogerás la espada que te entregó tu madre y esposa y exterminarás a todos los demonios para que yo haga de este mundo un lugar feliz y lleno de vida. Y yo te ayudaré a hacerlo y te protegeré siempre, pues una parte de mí está en esa espada. Ahora ve. Y mi fuerza estará siempre contigo". Atena era un hombre feroz y muy fuerte. Y mucho más fuerte cuando portaba la espada, con la cual era muy diestro. Algunas veces, Atena hablaba con la espada y le pedía consejo. Atena llamaba a la espada "abuelo", pues era el nieto divino de Kubis. Un día marchó a exterminar demonios, tarea a la que se dedicó hasta el fin de sus días. Pero aunque murió de muerte natural, Atena no vivió lo suficiente como para exterminar a todos los demonios, sino que sólo exterminó a la mitad. Cuando Atena murió, su cuerpo desapareció misteriosamente, al igual que su espada.
Siglos más tarde, cuando ya habían nacido muchos hombres, éstos formaron un ejército como plan alternativo para acabar con la otra mitad de los demonios. Pero estos hombres no eran como Atena. Eran mucho más débiles, como los hombres actuales, y la fuerza de Kubis no les acompañaba directamente como a Atena. Nymhilob temía y sufría por ellos, pues todos eran hijos suyos. Los hombres emprendieron la batalla contra los demonios. Pero por más que se esforzaban, los hombres perdían considerablemente. Los demonios no tardaron en aniquilar a la mayor parte de los hombres.
Se cuenta que entonces apareció Atena, furioso por la muerte de sus descendientes, y que llevaba su espada consigo. Atena comenzó a matar demonios sin mesura. Cuando Atena vio cómo los demonios mataron a los últimos hombres que quedaban vivos, enfureció tanto que provocó una gran explosión de la que sólo Nymhilob se salvó. Atena volvió a desaparecer con su espada. Después, Nymhilob se escondió en algún lugar del mundo.
Vio Kubis que en el mundo sólo había destrucción, sangre y cadáveres. Entonces Kubis purificó el mundo y comenzó a crear hombres y mujeres, y así comenzó el mundo tal y como lo conocemos hasta nuestros días.
Se cree que Nymhilob aún permanece oculta en algún lugar que sólo ella conoce, y que de vez en cuando, Atena vuelve del reino de los muertos para visitarla. Algunos hombres dicen que han visto a Nymhilob, y otros más osados dicen que han mantenido relaciones sexuales con ella. Incluso alguien dijo una vez que vio a un hombre conversando con una brillante espada...